Por Agroempresario.com
Diego Gauna, Coordinador Técnico de la Plataforma de Ganadería Bovina Sostenible del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fue uno de los protagonistas del III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y realizado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero.
En su exposición, Gauna remarcó que la sostenibilidad de la ganadería no puede ser entendida como un concepto estático, sino como un proceso dinámico que evoluciona con las demandas sociales, ambientales, económicas y del mercado global. Su intervención generó un fuerte interés en la audiencia, integrada por productores, investigadores, empresarios y funcionarios, quienes reconocieron la importancia de construir una visión regional en torno a la producción de carne bovina.
Gauna comenzó agradeciendo a la organización del congreso y destacó que su participación fue a título personal, luego de una trayectoria de más de 20 años en el INTA y de su actual labor como consultor privado. Desde esta posición, explicó que el trabajo en conjunto entre el IICA y el BID permitió diseñar una plataforma regional de ganadería bovina sostenible, que busca dar respuesta a los desafíos que enfrenta el sector en un mundo cada vez más exigente con la trazabilidad y la sustentabilidad de los alimentos.
En este sentido, recalcó que la sostenibilidad debe abordarse desde tres dimensiones:
Para Gauna, limitar el debate sólo a lo ambiental, como muchas veces impulsan grupos de interés críticos del agro, es una mirada incompleta y parcial.
En su disertación, el especialista recordó que la ganadería bovina ha ganado centralidad en el debate público internacional. Mientras que en décadas pasadas la agricultura acaparaba la atención en foros y negociaciones, hoy la carne roja es blanco de campañas mediáticas, presiones de organizaciones ambientalistas y la competencia de proteínas alternativas.
“Estamos en un nuevo escenario internacional —explicó Gauna—, con una demanda sostenida de proteína animal y al mismo tiempo con nuevos actores que buscan disputar el mercado con productos alternativos a la carne”.
Según precisó, en regiones de Asia y África el consumo de proteína animal todavía se encuentra en niveles bajos, lo que representa un potencial de crecimiento. Sin embargo, ese crecimiento se ve tensionado por los debates en torno a la huella de carbono, el uso del agua, la biodiversidad y el bienestar animal.
Gauna detalló que la plataforma impulsada por el IICA y el BID involucró en su primera etapa a seis países del Cono Sur y Bolivia: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia.
El enfoque se estructuró en tres ejes principales:
Métricas claras y comparables: establecer indicadores regionales para medir avances en carbono, agua, biodiversidad y bienestar animal.
“La pregunta clave es: ¿quién se queda con el atributo de sostenibilidad? El productor invierte, pero muchas veces el beneficio lo captura otro eslabón de la cadena”, señaló
La estrategia de trabajo se basó en tres acciones:
Gauna subrayó que la comunicación es clave para poner en valor los sistemas pastoriles, el bienestar animal y la baja huella ambiental de la región, aspectos que muchas veces no son reconocidos en las métricas diseñadas en otros continentes.
Uno de los resultados de este trabajo fue la publicación del libro “Construyendo un enfoque regional de ganadería bovina sostenible: una primera experiencia en el Cono Sur y Bolivia”, disponible en la página de publicaciones del BID.
Allí se sintetiza un mapeo de 270 iniciativas vinculadas a la ganadería sostenible, clasificadas en programas, acciones de política, marcos de referencia y proyectos de articulación regional.
Además, se revisaron cuatro áreas clave:
Gauna comentó que actualmente se trabaja en la definición de 15 indicadores clave que permitan evaluar la sostenibilidad ganadera de manera clara y comparable, evitando la dispersión de cientos de métricas difíciles de interpretar.
“Lo que no se mide, no se gestiona. La idea es construir un set reducido de indicadores que explique la mayor variabilidad posible”, explicó.
La dificultad está en la heterogeneidad de los sistemas productivos, la falta de series estadísticas continuas y la necesidad de calibrar metodologías adaptadas a la realidad del Cono Sur.
Entre los aprendizajes más relevantes, Gauna destacó:
En la actualidad, los equipos trabajan en metodologías para contabilizar correctamente las emisiones de gases de efecto invernadero en línea con los lineamientos del IPCC, avanzando desde factores por defecto (Tier 1) hacia modelos propios (Tier 2 y 3).
Gauna cerró su exposición con un dato contundente: el Cono Sur representa alrededor del 40% de las exportaciones mundiales de carne bovina.
“Si sacamos a India de las estadísticas, la región concentra casi el 50% de las existencias de ganado bovino a nivel global. Somos un actor central y debemos asumir esa responsabilidad con una estrategia basada en ciencia, cooperación y comunicación”, concluyó.