El 5 de noviembre de 2025 en Brasilia ,el agrónomo guyanés Muhammad Ibrahim fue elegido como nuevo Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) para el período 2026–2030, tras recibir el apoyo mayoritario de los ministros de Agricultura del continente reunidos en la Junta Interamericana de Agricultura (JIA).
Con más de 35 años de trayectoria en gestión internacional, Ibrahim asumirá oficialmente el 15 de enero de 2026, sucediendo al argentino Manuel Otero en la conducción del organismo hemisférico, con sede en San José de Costa Rica. En su discurso de aceptación, el nuevo titular destacó su compromiso de trabajar “para todas las regiones del continente —Norte, Sur, Andina, Centroamérica y el Caribe— con un enfoque en la inclusión y la diversidad”.
Durante su presentación, Ibrahim subrayó que su gestión se basará en el fortalecimiento de la investigación científica, la incorporación de tecnología y la innovación agropecuaria para enfrentar los retos del sector. “El IICA está bien posicionado para continuar siendo una institución de referencia que convierta la agricultura en un motor de prosperidad para los países de las Américas”, afirmó.
Entre sus prioridades, destacó la necesidad de ampliar el uso de herramientas tecnológicas de vanguardia, promover la transformación de los sistemas agroalimentarios y fortalecer la viabilidad económica y financiera de las explotaciones agrícolas, en especial de los pequeños productores.
El nuevo Director General agradeció el apoyo de los países miembros, el trabajo de Manuel Otero y la participación del ingeniero uruguayo Fernando Mattos, quien también fue candidato al cargo. Además, reconoció al Gobierno de Brasil por la organización de la JIA y la Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas 2025.
En su intervención, Ibrahim advirtió que el mundo enfrenta un escenario de incertidumbre y riesgos crecientes, con sistemas agroalimentarios fragmentados, presiones sobre el comercio, aumento de precios, amenazas ambientales y una productividad agrícola en desaceleración.
“El IICA debe afrontar estos desafíos en un contexto de escasez de recursos, fortaleciendo su cooperación técnica para apoyar a los países miembros”, señaló. En esa línea, enfatizó la importancia de las alianzas regionales, la movilización de recursos financieros y la construcción de redes de colaboración que impulsen la productividad y la resiliencia del agro.
Ibrahim tiene una sólida formación académica: posee una maestría en Ciencias Agrícolas y Recursos Naturales con énfasis en Nutrición Animal del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), en Costa Rica —institución que dirigió anteriormente—, y un doctorado en Ciencias Agrícolas y Ambientales por la Universidad de Wageningen, en los Países Bajos.

En los últimos meses, Ibrahim visitó numerosos países del continente para dialogar con representantes del sector agropecuario y conocer de primera mano las políticas, logros y desafíos locales. “De cara al futuro, me comprometo a favorecer un entorno de colaboración, asociación e innovación. Trabajando juntos, podremos lograr un impacto duradero en nuestros sistemas agrícolas y agroalimentarios”, expresó.
Su visión busca consolidar al IICA como un actor clave en la cooperación técnica hemisférica, integrando conocimiento, tecnología e inclusión social para enfrentar los desafíos del agro en el siglo XXI.