El Gobierno nacional enfrenta un dilema financiero y político: mientras busca mejorar el vínculo con los gobernadores de cara a las reformas estructurales que planea enviar al Congreso, casi $645.000 millones de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) permanecen sin distribuir a las provincias. Según fuentes oficiales del Ministerio de Economía, esos fondos están depositados en una cuenta del Banco Nación Argentina (BNA), aunque los depósitos totales en pesos del Tesoro siguen en niveles bajos, limitando la capacidad de transferencias inmediatas.
De enero a octubre, el fondo de ATN recaudó $776.775 millones, de los cuales $644.894 millones aún están disponibles para girar a las provincias, según el informe de la consultora Analytica. En octubre, cinco jurisdicciones recibieron transferencias: Entre Ríos y Neuquén ($3.000 millones cada una), Tucumán ($3.000 millones), Chaco ($2.000 millones) y San Juan ($2.000 millones).
El retraso en la distribución se produce mientras el Ejecutivo busca consolidar una relación más cercana con los gobernadores luego de las elecciones de medio término y los reclamos de gobernabilidad de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Estados Unidos. Según analistas consultados por Infobae, “hay dos alternativas: que exista una cuenta particular para el fondo de los ATN en el Banco Nación Argentina y que la plata esté ahí, o que esa plata, como el dinero es fungible, sea parte del superávit que tiene el Gobierno dando vueltas, ya sea en el BNA o en el BCRA”.

Hasta octubre, la provincia más beneficiada por transferencias no automáticas fue Neuquén, con $18.000 millones, seguida por Tucumán ($15.000 millones), Salta ($13.000 millones), Santa Fe y Entre Ríos ($12.000 millones). Por debajo quedaron Buenos Aires ($10.000 millones) —principal provincia gobernada por la oposición—, debido a los fondos destinados a cubrir daños por las inundaciones en Bahía Blanca. Provincias como Tierra del Fuego, Córdoba, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, San Luis, Santiago del Estero y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) aún no recibieron ningún ATN en lo que va del año.
El informe de Analytica destaca que “representó el 46,6% de las transferencias corrientes durante los primeros diez meses. De no considerarse, las transferencias corrientes se habrían incrementado un 8,3% i.a. real”. La responsabilidad del reparto ahora recae en el flamante ministro del Interior, Diego Santilli, quien ya comenzó las negociaciones con los gobernadores respecto al presupuesto 2026. “No suele repartirse el 100% de los fondos, pero lo que sucede ahora es que están en niveles mínimos”, indicó Caprarulo, analista consultado por el medio.

El retraso en la distribución de los ATN también está relacionado con la situación de liquidez del Tesoro Nacional. Según el balance del BCRA al 31 de octubre, los depósitos en moneda nacional bajaron de $9,8 billones a $5,2 billones tras la liberación de pesos en la anteúltima licitación, sin grandes compras de dólares.
Esta situación llevó a la Secretaría de Finanzas a adjudicar un total de $8,5 billones en la licitación de deuda realizada recientemente, cuando recibió ofertas por $9,38 billones, logrando un roll-over del 111,17%. En esa operación se colocaron $1,91 billones en Lecap a 2,5% TEM y $1,05 billones en Cer al 9,5% con corte al 31 de marzo de 2026.
Para los analistas, esta decisión no fue sorpresiva: “El Gobierno ya casi no tiene depósitos en pesos en el BCRA, por lo que no tiene margen para un roll-over menor al 100%”, explicó Lucio Garay Méndez, economista de Eco Go, citado por Infobae. Por su parte, Christian Buteler advirtió que “la monetización de la economía puede complicar el programa de endeudamiento”, en referencia a que los depósitos del Tesoro, luego de la emisión de $12 billones por parte del BCRA en abril, volvieron a niveles de $5,3 billones.
El reparto de ATN tiene un antecedente reciente de conflictividad política. En 2023, los gobernadores impulsaron una ley de coparticipación automática de los ATN, que fue vetada por el Ejecutivo. Esta medida buscaba garantizar transferencias más previsibles a las provincias, pero su rechazo mantuvo al sistema de giros en modalidad discrecional.
Con la vista puesta en las reformas estructurales que el Gobierno busca aprobar, la relación con los mandatarios provinciales adquiere un rol estratégico. Los ATN, además de su valor económico, funcionan como un instrumento político que puede fortalecer o debilitar la gobernabilidad en diversas provincias, especialmente aquellas donde la oposición tiene mayor presencia.
A falta de dos meses para finalizar el 2025, el Gobierno aún no definió el calendario de giros de ATN. Fuentes de Economía señalaron que los fondos están disponibles, pero la decisión política de comenzar a transferirlos dependerá de las negociaciones entre Santilli y los gobernadores. La expectativa es que se intensifiquen las transferencias antes de fin de año, aunque el volumen de los depósitos del Tesoro limita la velocidad con la que pueden realizarse.
El escenario financiero y político marca un desafío dual: por un lado, mantener la liquidez y cumplir con las obligaciones financieras del Tesoro; por otro, asegurar el apoyo de las provincias para avanzar en las reformas estructurales clave que el Gobierno proyecta para el próximo período legislativo.