En el cierre del Argentina Fintech Forum 2025, realizado este martes en Buenos Aires, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, anunció que el Gobierno nacional analiza medidas para aliviar la carga impositiva sobre el sector fintech, con especial atención al impuesto sobre los créditos y débitos bancarios, conocido como “impuesto al cheque”. Según adelantó, el objetivo es que el sector reciba “buenas noticias antes de fin de año”.
“Es un planteo que la industria nos ha hecho. Se está trabajando para encontrar una solución al impuesto al débito y crédito y espero que antes de fin de año tengan alguna buena noticia al respecto”, expresó Menem durante su exposición en el evento, que reunió a referentes del ecosistema financiero y tecnológico del país. “Estamos haciendo lo posible. No soy quien tiene la lapicera, pero estamos trabajando en eso”, agregó el legislador.
El llamado impuesto al cheque ha sido objeto de críticas desde su creación en 2001. Se trata de un tributo que grava los movimientos en cuentas bancarias con una alícuota del 0,6% en cada transacción, tanto en débitos como en créditos, lo que implica una carga total del 1,2% por operación. En la práctica, este impuesto penaliza la formalidad y desalienta la bancarización, ya que afecta directamente a las operaciones financieras de empresas y personas.
Expertos del sector coinciden en que se trata de un impuesto distorsivo, que encarece los costos de producción y comercialización al aplicarse en cada eslabón de la cadena, lo que termina repercutiendo en los precios finales. Además, fomenta el uso del efectivo y la informalidad, dos factores que atentan contra la digitalización y la inclusión financiera, ejes estratégicos para el desarrollo de las fintech.
Pese a las críticas, el impuesto mantiene una elevada importancia fiscal: es el tercer tributo en recaudación nacional, lo que dificulta su eliminación total sin una fuente alternativa de ingresos para el Estado. En algunos casos, las empresas —en especial las micro y pequeñas— pueden computar una parte del monto abonado como pago a cuenta del Impuesto a las Ganancias, aunque el alivio es limitado.
Menem reconoció esta complejidad, pero aseguró que el Ejecutivo y el Congreso “buscan fórmulas que equilibren la necesidad de alivio al sector con la sostenibilidad fiscal del Estado”.

Durante su exposición, el titular de la Cámara baja analizó el panorama político tras las elecciones de octubre y señaló que la nueva composición del Congreso brindará mayor respaldo a las reformas estructurales impulsadas por el Gobierno de Javier Milei.
“Seguimos siendo minoría, pero a partir del 10 de diciembre vamos a tener más fuerza para encarar esta segunda parte del primer mandato del presidente Milei”, indicó. En ese contexto, adelantó que el Presupuesto 2026, junto con la modernización laboral, la reforma tributaria y el proyecto de repatriación de dólares, serán los ejes prioritarios de la agenda legislativa.
“En octubre se puso en juego una gestión de gobierno, no de candidatos. O retroceder o avanzar, y más del 40% de la sociedad decidió avanzar”, sostuvo. Según el legislador, los resultados de los comicios “renovaron el clima en el Congreso, en la política y en la sociedad”, abriendo una etapa de mayor estabilidad y previsibilidad.

Menem subrayó que existe un consenso político cada vez más amplio en torno al equilibrio de las cuentas públicas. “Ya no hay fuerzas políticas que no tengan claro que el déficit fiscal ya no va más. Con lo cual el panorama es súper alentador”, afirmó.
En línea con el discurso del presidente Milei, el dirigente riojano señaló que el objetivo de la gestión es avanzar hacia un Estado más pequeño, que no supere los 25 puntos del PBI, y que no intervenga para “elegir ganadores dentro del sistema”. Este enfoque, dijo, busca crear un clima de negocios más favorable a la inversión y al emprendedurismo, tanto en las fintech como en otros sectores productivos.
En diálogo con empresarios y emprendedores del ecosistema fintech, Menem destacó el rol transformador de la tecnología y la necesidad de eliminar trabas regulatorias para su expansión. “Tiene que haber incentivos para que la gente se digitalice más. Con menores impuestos y menores obstrucciones del sistema, la digitalización es un fenómeno que va a ocurrir naturalmente”, explicó.
A su juicio, el Estado debe reducir su intervención y simplificar las normas, permitiendo que la innovación tecnológica fluya sin obstáculos. “En temas fintech, entre menos regulaciones haya, mejor”, enfatizó.

El Argentina Fintech Forum, organizado por la Cámara Argentina de Fintech, reunió a los principales actores del ecosistema financiero local, autoridades del sector público, inversores y representantes de empresas tecnológicas. En ese marco, el mensaje de Menem fue recibido como una señal de apertura y acompañamiento del Estado al desarrollo de la industria, que en los últimos años ha mostrado un crecimiento exponencial en empleo, innovación y servicios financieros digitales.
La expectativa del sector es que el Gobierno avance en medidas concretas de alivio fiscal, particularmente sobre el impuesto al cheque, que consideran un obstáculo clave para la expansión de las operaciones digitales y la formalización del sistema financiero.
Con un tono conciliador, Menem aseguró que el diálogo entre el Gobierno y la industria fintech “continuará abierto para construir un marco normativo más moderno y competitivo”.
“Estamos en un proceso de transformación profundo. Las reglas del juego están cambiando, y lo importante es que haya previsibilidad y reglas claras”, concluyó el dirigente riojano en diálogo con Forbes.