Caputo detalló las estrategias del Gobierno para afrontar vencimientos de deuda y fortalecer las reservas del Banco Central

El Ministro de Economía presentó en la Conferencia Anual de FIEL el plan financiero y monetario del Gobierno para asegurar el pago de la deuda

Caputo detalló las estrategias del Gobierno para afrontar vencimientos de deuda y fortalecer las reservas del Banco Central
jueves 13 de noviembre de 2025

En un escenario económico marcado por la cautela y la expectativa, Luis Caputo, ministro de Economía, expuso este miércoles las principales herramientas que el Gobierno prevé utilizar para cumplir con los próximos vencimientos de deuda y fortalecer las reservas internacionales del Banco Central (BCRA). Lo hizo durante su participación en la Conferencia Anual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), celebrada en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, ante empresarios, economistas y representantes del sistema financiero.

El funcionario explicó que el equipo económico trabaja en cuatro ejes clave: el uso de acuerdos bilaterales de monedas, como los swaps con China y Estados Unidos; negociaciones con bancos internacionales para un nuevo préstamo; operaciones financieras con bonos a corto plazo; y una política monetaria que acompañe el proceso de remonetización de la economía sin generar desequilibrios.

Caputo subrayó que el Gobierno busca afrontar los compromisos externos sin recurrir al uso directo de reservas, una estrategia que, según afirmó, permitirá “fortalecer el balance del Banco Central”. “Hemos logrado separar lo financiero de lo monetario. La acumulación de reservas la vemos hoy como una herramienta para robustecer al Banco Central, no como una fuente para pagar deuda”, sostuvo el ministro durante su exposición.

Un esquema financiero con múltiples apoyos

Entre los vencimientos más relevantes, el ministro mencionó el pago de USD 4.500 millones a bonistas privados en enero, además de compromisos con organismos multilaterales y vencimientos de Bopreales por cerca de USD 1.000 millones. Para cumplir con esas obligaciones, enumeró una serie de alternativas financieras que el Gobierno considera viables.

En primer lugar, se refirió al swap de monedas vigente con China, activado en 2023 durante la gestión de Alberto Fernández, que permitió acceder a casi USD 5.000 millones. En segundo término, destacó el acuerdo de estabilización cambiaria entre el BCRA y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que, según información publicada por Infobae, involucra cerca de USD 2.800 millones dentro de un marco total autorizado de USD 20.000 millones.

“Las negociaciones con Estados Unidos nos permiten reducir la volatilidad y mantener previsibilidad en el mercado cambiario”, explicó Caputo, quien además confirmó que se mantienen conversaciones con entidades financieras internacionales para conformar un préstamo puente que refuerce la posición de reservas en el corto plazo.

El ministro agregó que se evalúan operaciones con bonos a corto plazo, diseñadas para “instrumentar operaciones de manejo de pasivos”. Aunque evitó precisar si se trata de un canje o recompra, remarcó que el objetivo es mejorar el perfil de vencimientos y dar margen de maniobra a las cuentas públicas.

Reservas y deuda: una nueva arquitectura monetaria

Caputo insistió en que una de las prioridades del Gobierno es recomponer reservas internacionales, pero con un enfoque distinto al de gestiones anteriores. “Ahora no por el hecho de que tengamos que usarlas para pagar, como venimos haciendo en los últimos veinte meses, sino para fortalecer cada vez más el balance del Banco Central”, afirmó.

El funcionario explicó que, desde la perspectiva del Ministerio de Economía, las reservas netas del BCRA presentan actualmente un saldo positivo de USD 1.500 millones, gracias a la transferencia de deuda del FMI al Tesoro nacional y la recapitalización posterior del Banco Central. “La deuda con el fondo la tiene el Tesoro, y el Tesoro es el que recapitalizó al Banco Central”, puntualizó.

Caputo también cuestionó la meta de acumulación de USD 9.000 millones incluida en el acuerdo previo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al señalar que ese objetivo estaba vinculado a pagos inminentes y que el escenario cambió tras el respaldo financiero de Estados Unidos y los resultados de las elecciones de medio término.

Un enfoque prudente frente al ingreso de divisas

Durante su exposición, el ministro utilizó una metáfora para ilustrar los riesgos de una expansión monetaria desordenada. “Si mañana viniera Sam Altman con una inversión de USD 25.000 millones en inteligencia artificial y nos los vendiera mañana, eso nos obligaría a emitir 35 billones de pesos, que la sociedad no demandaría”, ejemplificó.

Con esa frase, Caputo apuntó a la importancia de que la recomposición de reservas se acompañe de una demanda real de dinero, para evitar fenómenos como los generados por las antiguas “bolas de Lebac o Leliq”. En ese sentido, aseguró que la política actual busca alinear el ritmo de expansión monetaria con la remonetización gradual de la economía.

El ministro consideró que el bajo nivel actual de agregados monetarios otorga margen para recomponer reservas sin presionar el mercado. “Queremos hacerlo inteligentemente, contra demanda de dinero, para no volver a situaciones que generen inestabilidad”, señaló.

El dólar como activo refugio y las bandas cambiarias

Caputo dedicó un tramo de su presentación a analizar la estructura del sistema financiero argentino y la función que cumple el dólar en ese contexto. En economías desarrolladas, explicó, los títulos del Tesoro a corto plazo actúan como activos refugio (“safe asset”), permitiendo estabilizar tasas y liquidez. “En Argentina, el dólar cumple ese rol, pero con el efecto inverso: cuando sube, desestabiliza. Sube el tipo de cambio, aumentan las tasas, se retrae la economía”, advirtió.

Por ese motivo, defendió la continuidad del esquema de bandas cambiarias, que —según su diagnóstico— ofrece certidumbre y baja volatilidad en los activos financieros, la inflación y el tipo de cambio. “Frente a los shocks políticos o económicos frecuentes que enfrenta el país, las bandas de flotación brindan previsibilidad y evitan reacciones desordenadas del mercado”, argumentó.

Un cierre con mensaje a los mercados

Hacia el final de su presentación, Caputo reiteró que la mayor certidumbre macroeconómica y la menor volatilidad cambiaria permitirán al Gobierno avanzar en un proceso sostenido de acumulación de reservas. “Vamos a comprar más reservas de las que probablemente el mercado pueda imaginar, gracias a una remonetización que tiene todo para volver a niveles más normales”, pronosticó.

Con su exposición, el ministro buscó transmitir una señal de solidez financiera y previsibilidad en un contexto en el que el mercado analiza cada movimiento del Gobierno de cara a los compromisos de deuda de 2026 y las negociaciones con el FMI.

El tono técnico y las cifras precisas utilizadas durante la conferencia reflejaron el intento oficial por reforzar la confianza de los inversores y mostrar un esquema de política económica coordinado entre el Tesoro y el Banco Central.

A medida que se acerquen los vencimientos del primer trimestre del año próximo, la efectividad de las medidas detalladas por Caputo será puesta a prueba, en un contexto donde la estabilidad cambiaria sigue siendo el principal termómetro de la confianza económica en la Argentina.



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