Una investigación realizada en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE avanza en la identificación de señales genéticas que podrían transformar la disponibilidad de pasto en los meses fríos, segun informo TodoAgro. El trabajo es liderado por la becaria María Virginia Almeida, quien estudia el comportamiento invernal del pasto horqueta (Paspalum notatum), una especie nativa clave para la ganadería subtropical.
Almeida desarrolla esta línea dentro de su Beca EVC-CIN, enfocada en comprender qué factores genómicos determinan que algunas plantas mantengan el crecimiento aun cuando disminuyen las horas de luz, una limitante central en el NEA.

La escasez de pasto durante el invierno impacta directamente en los sistemas productivos bovinos. Las especies más utilizadas en la región reducen su crecimiento durante los meses fríos por su sensibilidad al fotoperíodo. El pasto horqueta, resistente al pastoreo y adaptado a suelos de baja fertilidad, no escapa a esta dinámica.
De acuerdo con TodoAgro, el equipo de investigación dirigido por el Dr. Eric Javier Martínez y codirigido por el Ing. Agr. Nahuel Agustín Ponce —ambos docentes de la FCA-UNNE e investigadores del IBONE— busca revertir este escenario a partir de la genética.
El estudio involucra una población de 182 híbridos evaluados en dos ambientes de Corrientes: el Campo Experimental de la FCA-UNNE y la Estación Experimental del INTA Mercedes, durante 2022 y 2023. En estas pruebas se midió el comportamiento real de las plantas en invierno.
Simultáneamente, toda la población fue secuenciada utilizando la técnica ddRADseq, con bibliotecas preparadas en INTA Castelar y secuenciación realizada en el Instituto Malbrán.
La etapa actual, a cargo de Almeida, consiste en el análisis bioinformático mediante software especializado como Stacks. Allí se identifican SNPs —pequeñas variaciones en el ADN— para construir un mapa genético de alta densidad y detectar QTLs asociados al crecimiento invernal.
Los avances proyectados permitirán aplicar Selección Asistida por Marcadores (SAM), un salto estratégico en comparación con la tradicional evaluación a campo que demanda años. Tal como explicó la investigadora en declaraciones citadas por TodoAgro, el objetivo es “encontrar marcadores moleculares, como señales en el ADN, que indiquen si una planta tiene el potencial genético para producir más en invierno”.
Además, el pasto horqueta posee apomixis, un mecanismo que permite producir semillas genéticamente idénticas a la planta madre. Esto significa que, una vez identificado un híbrido superior, sus características pueden conservarse y multiplicarse sin perder calidad.
El trabajo se integra a un proyecto PICT de mayor alcance enfocado en desarrollar herramientas genómicas para esta especie nativa. Las conclusiones podrían derivar en nuevos cultivares que brinden más forraje en invierno y fortalezcan la sostenibilidad ganadera del Nordeste argentino.