La pesquería de calamar gigante de Perú fue declarada elegible para incorporarse al programa internacional “In-Transition to MSC”, de acuerdo con información publicada por el medio especializado Pescare. La certificadora NSF/Global Trust confirmó el 17 de noviembre de 2025 que el recurso capturado por la flota peruana cumple los requisitos para iniciar formalmente un proceso de mejora orientado a la futura certificación del Marine Stewardship Council (MSC), uno de los sellos ambientales más reconocidos en los mercados globales.
Según detalló Pescare, la elegibilidad se otorgó luego de que la Cámara Peruana del Calamar Gigante (CAPECAL) presentara la documentación requerida: el Pre-Assessment, el Plan de Acción de Mejoras actualizado y la herramienta de Benchmarking and Tracking. Todos los documentos fueron aceptados sin observaciones por la certificadora internacional, lo que habilita el ingreso al programa. La unidad de evaluación corresponde al stock de calamar gigante del Pacífico Sur Oriental, distribuido en la Zona Económica Exclusiva del Perú dentro del Área FAO 87, capturado principalmente con jigger y línea de mano por flota artesanal.
Pescare informó que el análisis preliminar no detectó indicadores críticos que impidieran avanzar, aunque sí señaló aspectos que requieren mejoras entre 2025 y 2030. Entre ellos se destacan la disponibilidad de información científica actualizada, la comprensión de la estructura poblacional, la aplicación de reglas de control de cosecha, el fortalecimiento de los mecanismos de cumplimiento y la transparencia en la toma de decisiones. Justamente, el programa “In-Transition to MSC” ofrece un marco estructurado para abordar estas brechas mediante acciones medibles, auditorías anuales e indicadores verificables.
De acuerdo con la información difundida por el medio, la certificadora consideró que el Plan de Acción presentado por CAPECAL es sólido y reúne compromisos científicos, de monitoreo y de gestión. Incluye evaluaciones de stock más precisas, nuevos estudios poblacionales, mejoras en la recopilación y validación de datos, mayor seguimiento satelital, fiscalización reforzada y avances en trazabilidad. Estas medidas se implementarán con la participación coordinada de IMARPE, PRODUCE y otros actores vinculados a la pesquería.

Pescare señaló que CAPECAL definió como objetivo ingresar a evaluación completa en febrero de 2031, una vez finalizada la etapa de implementación de mejoras. Hasta entonces, la pesquería deberá someterse a auditorías anuales a cargo de NSF/Global Trust, que revisarán el cumplimiento de cada hito técnico y administrativo. Este sistema de seguimiento es clave para garantizar que los compromisos asumidos se traduzcan en resultados concretos.
La elegibilidad constituye un avance relevante para un recurso central en la estructura pesquera peruana. El calamar gigante sostiene miles de empleos directos e indirectos y tiene una presencia creciente en mercados de Asia, Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la falta de certificación MSC ha limitado el acceso a segmentos que exigen estándares ambientales rigurosos. La incorporación al programa de transición, según destacó Pescare, abre una oportunidad para fortalecer la competitividad del sector.
El calamar gigante ha experimentado un crecimiento en su participación dentro de la flota artesanal, lo que exige nuevas herramientas de fiscalización, trazabilidad y control de desembarques. El programa “In-Transition to MSC” podría facilitar una gestión más transparente y basada en datos, permitiendo integrar información científica con decisiones regulatorias de manera más sistemática. Para Perú, esto implica un avance hacia modelos de gobernanza que respondan a estándares internacionales.
La mejora progresiva del sistema de monitoreo es uno de los pilares del plan. Pescare remarcó que la propuesta incluye mayor cobertura de observadores, herramientas digitales para el registro de capturas, validación de datos en tiempo real y ampliación del seguimiento satelital. Estas medidas buscan reducir la incertidumbre respecto del estado del stock y fortalecer la fiscalización del esfuerzo pesquero, elementos esenciales para cualquier proceso de certificación.
Otro de los componentes señalados es el fortalecimiento de las evaluaciones científicas. El calamar gigante es una especie altamente dinámica, con ciclos biológicos cortos y variabilidad ambiental significativa. En ese marco, los estudios poblacionales más detallados y las evaluaciones de stock actualizadas permitirán mejorar la toma de decisiones y diseñar reglas de control de cosecha más precisas. Según la información publicada, este será uno de los ejes centrales del trabajo conjunto entre CAPECAL, IMARPE y PRODUCE.

Pescare también destacó la importancia de avanzar en trazabilidad, un aspecto cada vez más exigido por los mercados internacionales. El plan contempla mecanismos para garantizar el seguimiento del producto desde la captura hasta la exportación, lo que permitirá responder a requisitos ambientales, sanitarios y comerciales de manera más robusta. Asimismo, el programa impulsa la creación de instancias de consulta y mayor divulgación pública de datos, con el fin de mejorar la transparencia en la gestión de la pesquería.
Además del impacto en el comercio exterior, la elegibilidad para el programa MSC puede contribuir a consolidar un manejo sostenible del ecosistema marino en el Pacífico Sur Oriental. El proceso de mejora exige que las decisiones regulatorias se basen en evidencia científica, que exista una evaluación periódica del estado de la población y que se fortalezcan las capacidades institucionales para fiscalizar la actividad. Esto podría traducirse en beneficios ambientales más amplios a largo plazo.
En el plano internacional, el calamar gigante peruano compite con flotas industriales de diversos países que operan en aguas adyacentes. En este contexto, contar con un proceso de certificación reconocido puede diferenciar al producto peruano y darle mayor valor agregado. Pescare indicó que esta elegibilidad es vista por el sector como un punto de inflexión para reforzar su posición en un mercado global cada vez más exigente.
A futuro, el desafío central será sostener las mejoras acordadas y cumplir con los hitos establecidos hasta 2030. Si Perú logra avanzar sin desviaciones, podrá iniciar la certificación completa con una base técnica sólida y un sistema de gestión alineado con los estándares del MSC. La transición ofrece así una oportunidad para reforzar la sostenibilidad del recurso, mejorar la competitividad del sector y posicionar al país como un referente regional en pesca responsable.