YPF y Toyota renovaron esta semana por cuatro años la alianza estratégica que mantienen desde hace siete, durante una recorrida por operaciones en Vaca Muerta, donde ejecutivos de ambas compañías observaron de primera mano procesos productivos, proyectos tecnológicos y aplicaciones de gestión industrial. La decisión, anunciada durante la visita realizada el 20 de noviembre, es relevante porque consolida una cooperación que abarca combustibles, lubricantes, movilidad, eficiencia operativa e iniciativas educativas, en un momento clave para la expansión del shale argentino.
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, y el presidente de Toyota Argentina, Gustavo Salinas, encabezaron el recorrido y formalizaron la continuidad del trabajo conjunto. Según expresó Marín, en declaraciones difundidas por la empresa, “la asociación con una empresa como Toyota y la relación que generamos en los últimos años es un ejemplo de lo que buscamos con cada uno de nuestros socios: trabajar como si fuéramos uno con el objetivo común de transformar a YPF en una empresa más eficiente, innovadora y de clase mundial”. Salinas, por su parte, afirmó que la cooperación con YPF es estratégica para la automotriz, destacando que “los combustibles y lubricantes YPF que usamos durante la producción de nuestros vehículos en Zárate se exportan a 22 países de América Latina”.
La visita incluyó un recorrido por pozos y plantas de tratamiento en la cuenca neuquina, donde YPF aplica el denominado Toyota Well, una adaptación del Toyota Production System (TPS) incorporada en los últimos años para optimizar operaciones. La metodología —reconocida globalmente por su enfoque de mejora continua, orden y reducción de desperdicios— se convirtió en un eje del vínculo entre ambas empresas, y contribuyó a incrementar la eficiencia en segmentos clave del negocio petrolero.
La renovación del acuerdo profundiza un esquema de cooperación que se consolidó con múltiples proyectos. Uno de los ejes centrales es el desarrollo de combustibles certificados bajo estándares internacionales Top Tier, utilizados tanto en la producción de los modelos Hilux, SW4 y Hiace en la planta de Toyota en Zárate, como en las recomendaciones comerciales que la automotriz realiza a sus clientes. De acuerdo con la empresa, la certificación permite garantizar mayor limpieza del motor y mejor rendimiento, un aspecto relevante en mercados de exportación.
Otro componente de la alianza es la provisión de energía renovable para la planta industrial de Toyota, abastecida por parques de YPF Luz, que suministran electricidad de origen eólico y solar. Este punto se enmarca en los objetivos de sostenibilidad de ambas compañías, que desde hace años buscan reducir su huella de carbono y avanzar hacia matrices energéticas más limpias.
La cooperación también incluye iniciativas de eficiencia operativa, mediante la aplicación de herramientas inspiradas en el TPS en instalaciones de YPF más allá de Vaca Muerta, como el Complejo Industrial de Lubricantes y Especialidades (CILE) en La Plata. Según la empresa, estas acciones permitieron estandarizar procesos, reducir tiempos de operación y mejorar indicadores de seguridad industrial.
En el plano del motorsport, ambas firmas sostienen la alianza Toyota Gazoo Racing YPF INFINIA en el TC2000, una asociación que combina desarrollos de ingeniería de Toyota con la tecnología del combustible Premium YPF Infinia Turbo Clean. La presencia conjunta en la categoría automovilística funciona, además, como plataforma de innovación y marketing para ambas marcas.

La movilidad es otro de los espacios donde la cooperación tomó impulso en los últimos años. El acuerdo incluye la instalación de estaciones de Kinto, la plataforma de movilidad a demanda de Toyota, en estaciones de servicio de la red YPF. Estas bases permiten conectar alquiler de vehículos, servicios de mantenimiento y otras soluciones urbanas integradas.
Las dos empresas también articulan acciones sociales y educativas a través de la Fundación YPF y programas propios de Toyota. Entre ellos se destaca el Aula Móvil, una iniciativa orientada a promover educación técnica y acercar contenidos STEM a comunidades de distintas regiones del país. El enfoque territorial y la llegada a zonas petroleras y automotrices lo convirtieron en uno de los proyectos de referencia.
Para el sector energético, la renovación de la alianza ocurre en un momento clave: Vaca Muerta continúa ampliando producción y atrayendo inversiones, mientras se consolidan nuevos proyectos de infraestructura de transporte y exportación. La expansión del shale plantea desafíos crecientes en términos de eficiencia operativa, reducción de costos, seguridad y estandarización de procesos. En ese escenario, la incorporación de métodos como el TPS resulta especialmente valorada por operadores y proveedores.
Desde la automotriz, la continuidad del acuerdo también es estratégica. Toyota mantiene en Zárate uno de los polos industriales más relevantes de la región, con niveles de producción y exportación que la posicionan como líder del mercado argentino. El abastecimiento de combustibles certificados, la eficiencia operativa y la provisión de energía renovable forman parte de los criterios que la empresa utiliza para garantizar estándares globales de calidad.
La dimensión tecnológica de la alianza es otro de los puntos destacados por ambas compañías. La transferencia de metodologías de gestión, la digitalización de procesos y la adopción de herramientas de análisis en tiempo real se integraron progresivamente a proyectos de YPF, especialmente en la cuenca neuquina. La extensión del acuerdo por cuatro años permitirá profundizar equipos conjuntos de trabajo técnico y avanzar en proyectos orientados a la automatización, la mejora en la performance de pozos, la reducción de emisiones y la optimización logística.
El desarrollo del shale argentino se encuentra actualmente en una etapa donde las sinergias industriales cobran mayor relevancia. La presencia de automotrices, compañías energéticas y proveedores de tecnología en una red de colaboración es un factor que, según analistas del sector, será determinante para sostener la competitividad de Vaca Muerta frente a otras cuencas globales. En ese marco, la alianza YPF–Toyota aparece como un modelo de cooperación industrial de largo plazo.
En el plano institucional, las dos empresas remarcaron durante el encuentro que la relación se construyó sobre objetivos comunes y complementariedad de capacidades: YPF aporta su infraestructura energética, su capacidad productiva y su red nacional de servicios; Toyota suma su experiencia en procesos industriales, movilidad y gestión de calidad. La articulación entre ambas es, para los ejecutivos, un ejemplo de cooperación privada en un contexto donde la eficiencia operativa resulta crítica.
Con la ampliación del acuerdo, YPF y Toyota buscan consolidar una hoja de ruta que abarque nuevos desarrollos, proyectos conjuntos de innovación y un fortalecimiento en prácticas de sostenibilidad. La cooperación, que comenzó hace siete años con un intercambio técnico, hoy abarca un portafolio integral de actividades que se proyectan sobre los próximos cuatro años en un sector energético que continúa en expansión.