El CEO de Mercado Libre en Argentina, Juan Martín de la Serna, cuestionó el avance de las plataformas chinas Shein y Temu en el comercio electrónico regional y pidió que se apliquen regulaciones equivalentes para todas las empresas del sector. Las declaraciones se realizaron durante el foro anual organizado por Abeceb, celebrado esta semana en Buenos Aires, y fueron reconstruidas por Bloomberg, que señaló que el ejecutivo advirtió que la presencia masiva de productos importados a bajo costo podría afectar a las pymes locales, al empleo y a la industria nacional.
Según publicó Bloomberg, De la Serna afirmó que el ingreso de productos que se venden de manera directa al consumidor argentino sin intermediación local configura una competencia desigual. “Necesitamos un marco regulatorio igual para todos. Las regulaciones son muy importantes, tanto en finanzas como en comercio”, sostuvo, en referencia a la diferencia de tratamiento aduanero y fiscal entre las plataformas.
Para el ejecutivo, el fenómeno no solo se relaciona con la disponibilidad de precios bajos, sino también con la estructura productiva detrás de cada modelo de negocios. Tal como señaló Bloomberg, De la Serna advirtió que cuando se liberaliza el ingreso de mercancías sin una política de control equivalente, los principales beneficiarios son las compañías y cadenas fabriles del país exportador. “Cuando se abre el mercado indiscriminadamente y una empresa china te manda productos por barco, en realidad se está dando trabajo a compañías chinas, no a los argentinos”, expresó.
La preocupación planteada por Mercado Libre se liga directamente a su ecosistema comercial: de acuerdo con datos de la propia compañía, el 90% de los vendedores activos en la plataforma son pymes. De la Serna argumentó que la irrupción de productos muy baratos y de calidad variable puede erosionar la base productiva local y generar cierres o pérdidas de empleo en sectores como indumentaria, calzado, electrónica y artículos del hogar.
Para el directivo, la situación se agrava por la asimetría tributaria: mientras las empresas radicadas en Argentina pagan impuestos laborales, cargas sociales y tributos provinciales y nacionales, buena parte del comercio transfronterizo de las plataformas asiáticas ingresa bajo regímenes simplificados que abaratan costos impositivos y logísticos.
No obstante, De la Serna reconoció que la competencia global obliga a Mercado Libre a invertir y mejorar su operación. Según informó Bloomberg, el ejecutivo remarcó que la compañía intensificó su estrategia para fortalecer la red logística regional y acelerar los tiempos de entrega. Como parte de ese proceso, destacó que la empresa invirtió US$ 65 millones en un nuevo centro de distribución en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, admitió que la capacidad local todavía es menor en comparación con la de Brasil y México, países donde la compañía consolidó centros de procesamiento de mayor escala.

El escenario planteado por Mercado Libre se enmarca en un cambio profundo en los hábitos de consumo vinculados al comercio en línea. De acuerdo con datos de la consultora Sensor Tower, citados por Bloomberg, la aplicación Temu experimentó un crecimiento del 143% en su base de usuarios activos mensuales en América Latina durante el primer semestre de 2025, alcanzando los 105 millones. Aunque Mercado Libre continúa encabezando el ranking regional, con 27 trimestres consecutivos de expansión por encima del 30%, las tendencias del mercado muestran que la disputa por el consumidor se vuelve cada vez más intensa.
Las estrategias comerciales de Shein y Temu se caracterizan por ofrecer precios muy bajos y una rotación constante de productos, apoyadas en cadenas productivas hiper integradas y en esquemas logísticos globales optimizados. Bloomberg sostuvo que estas compañías utilizan campañas de marketing agresivas y modelos algorítmicos de anticipación de consumo que permiten ajustar inventarios a partir de la demanda en tiempo real.
Las declaraciones de De la Serna generaron una ola de reacciones. Uno de los más críticos fue Santiago Migone, economista y ex funcionario del Ministerio de Economía. A través de la red X, calificó los dichos del CEO como “lamentables” y los consideró expresión de una visión “paternalista” y “anticonsumidor”. Según Migone, resulta contradictorio sostener que Mercado Libre protege la industria local cuando “la mayoría de los vendedores en la plataforma comercializan productos importados”.
De manera similar, el economista Lucas Llach ironizó sobre el argumento del impacto industrial afirmando que no todos los artículos vendidos en la plataforma provienen de productores nacionales. Para Llach, la clave debería ser garantizar la competencia abierta que permita al consumidor elegir libremente.
En contraste, algunas voces del sector industrial expresaron respaldo a la posición del directivo. El empresario Oliver Maltz, integrante del espacio Movimiento Industrial, señaló que las dificultades planteadas por Mercado Libre se asemejan a las que afrontan múltiples sectores manufactureros. “Comparto totalmente. Si buscamos que el trabajo quede en Argentina, la competencia debe darse con reglas equivalentes”, escribió en X.

Más allá de las diferencias, el planteo abre una discusión estructural: ¿cómo debe posicionarse la política económica argentina frente al comercio digital global?. La expansión de plataformas extranjeras que operan desde fuera del país plantea desafíos tanto para el diseño tributario, como para la producción local, los estándares de calidad, el derecho del consumidor, la competencia y la generación de empleo.
En este contexto, las declaraciones de De la Serna recuperan un interrogante central: ¿es posible fomentar la integración al comercio global sin desproteger la industria y el trabajo local?. El debate, de momento, continúa abierto.