La minera Glencore anunció que volverá a operar la mina Alumbrera, ubicada en Catamarca, con un cronograma que apunta al reinicio de actividades hacia fines de 2026 y al comienzo de la producción para el primer semestre de 2028. La decisión marca el regreso de uno de los complejos mineros más relevantes del país y se presenta como un movimiento estratégico para el sector, en un contexto de mayor demanda de minerales vinculados a la transición energética global.
La compañía detalló que el restablecimiento de operaciones llega después de un período de Cuidado y Mantenimiento iniciado en 2018 y que la reactivación se sustenta en condiciones fiscales más favorables para la inversión, el incremento sostenido de los precios internacionales de los metales y un escenario positivo para el cobre y el oro. En caso de cumplir con todos los permisos y fases operativas, Alumbrera produciría unas 75.000 toneladas de cobre, 317.000 onzas de oro y 1.000 toneladas de molibdeno a lo largo de cuatro años.
La minera destacó que, durante el mantenimiento, la planta concentradora y la infraestructura asociada al complejo permanecieron activas bajo un esquema de conservación estructurado, que incluyó reemplazo de equipos críticos y continuidad de los compromisos ambientales. Esto permitirá acortar los tiempos de puesta a punto y disminuir costos en el proceso de reactivación.
El proyecto se perfila como el primero en aportar cobre al mercado internacional desde Argentina dentro de la nueva etapa de expansión del sector. La confirmación resulta relevante para la industria, especialmente porque el cobre es considerado un mineral clave para el desarrollo tecnológico, la electromovilidad y las energías renovables. Su demanda global crece a medida que los países avanzan hacia matrices energéticas menos dependientes de los combustibles fósiles.
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En esa línea, el CEO de Glencore Argentina, Martín Pérez de Solay, señaló que el reinicio de la mina actuará como plataforma para proyectos asociados. Según afirmó, Alumbrera facilitará el avance del emprendimiento MARA, ya que permitirá reentrenar personal, validar procesos y mantener la infraestructura operativa antes de extraer mineral del yacimiento Agua Rica. También remarcó que esta decisión ratifica el rol de Catamarca como polo minero en expansión y como eslabón dentro de la cadena de suministro de minerales estratégicos para el país.
La reactivación ocurre luego de que Glencore solicitara la incorporación de sus proyectos MARA y El Pachón al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), herramienta destinada a favorecer el ingreso de capital extranjero y a otorgar beneficios fiscales para el desarrollo de proyectos productivos de escala. La compañía confía en que la combinación de infraestructura, estabilidad normativa y demanda internacional posicionará a la Argentina como uno de los productores relevantes de cobre en los próximos años.
La recuperación de Alumbrera tiene, además, un componente operativo clave: la preservación de una red logística, energética e industrial que permitirá exportar mineral sin requerir una construcción completa desde cero. Este punto, según la firma, acelerará los plazos y ampliará la competitividad del mineral local frente a otros mercados emergentes. Los equipos técnicos se enfocan ahora en planificar la adquisición de insumos, evaluar proveedores regionales y definir flujos de contratación para la etapa de obra y puesta a punto.
En Catamarca, autoridades provinciales siguen de cerca la vuelta del complejo y la posibilidad de que impulse empleo, desarrollo de proveedores y mayor infraestructura en la región. Si bien aún no se informaron cifras de contratación, se espera que la fase previa a la operación genere una demanda intensiva de mano de obra calificada y servicios complementarios. El desarrollo minero, sostienen fuentes del sector, podría reactivar cadenas productivas vinculadas al transporte, mantenimiento industrial, servicios metalúrgicos y construcción.
Glencore es una de las empresas de recursos naturales más grandes del mundo y participa en la extracción, procesamiento y comercialización de más de 60 productos en 35 países. Su portafolio incluye cobre, níquel, carbón, petróleo, zinc y oro, lo que la ubica entre los principales proveedores globales de materias primas para la industria y los mercados financieros.
El desafío inmediato para Alumbrera será completar los permisos ambientales y avanzar en la adecuación técnica para retomar la actividad. Las autoridades mineras deberán evaluar el impacto del proyecto en términos de agua, residuos, biodiversidad y consumo energético, en un contexto donde el escrutinio social y ambiental sobre la minería es cada vez más demandante. La compañía remarcó que mantiene sus compromisos de rehabilitación y que continuará con su plan de monitoreo y mitigación, buscando integrar la producción con prácticas de sostenibilidad.
El anuncio coloca al yacimiento nuevamente en el centro de la agenda económica nacional. Después de más de cinco años sin extracción, Alumbrera podría convertirse otra vez en un actor exportador y en una vía para ampliar la presencia argentina en el mapa del cobre. La transición energética parece abrir una ventana para nuevos ciclos productivos, donde el país aspira a consolidarse como proveedor de minerales críticos para la industria global.
Mientras la reactivación avanza, el mercado internacional observará el desempeño del proyecto como un indicador de la capacidad del país para sostener inversiones de largo plazo en minería. El aporte de cobre y oro será, al mismo tiempo, una prueba sobre el potencial argentino para responder a la demanda de insumos estratégicos que requieren las grandes economías, un análisis que —según destacó iProfesional— también servirá para medir el atractivo de Argentina frente a los capitales globales.