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La Corporación Financiera Internacional (IFC), brazo privado del Banco Mundial, otorgará USD 2.400 millones para financiar un nuevo proyecto de minería de litio en la provincia de Salta, según informó Infobae. El anuncio oficial se realizaría en las próximas semanas y constituye el mayor desembolso en la historia de la entidad para un proyecto en Argentina, en un contexto de reactivación del interés internacional por el sector minero.
De acuerdo con la información publicada por el medio, la inversión forma parte de una estrategia más amplia destinada a fortalecer el ecosistema minero, desde la etapa de extracción hasta la infraestructura y la manufactura. El proyecto, que involucra a una empresa integrada por capitales nacionales y extranjeros, ya inició su trámite para ingresar al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
Fuentes del organismo explicaron que la recuperación del interés inversor se aceleró “desde que comenzó el gobierno de Milei hace dos años”, al señalar que la mejora del clima macroeconómico permitió destrabar negociaciones y avanzar en proyectos que habían quedado relegados. “Estamos a pocas semanas de poder anunciar esta financiación, que contará con la participación de otros bancos de desarrollo e instituciones financieras internacionales”, adelantaron desde la IFC al medio, y precisaron que el monto “alcanzaría los USD 2.400 millones”.
El financiamiento para Salta no será el único: la institución prevé que su cartera en minería alcance USD 5.000 millones en los próximos dos o tres años, lo que implicaría duplicar el volumen de inversiones. Según los voceros, varios proyectos están en etapa avanzada de análisis y próximos a obtener respaldo internacional.
El énfasis de la IFC no se limita al litio. La entidad también mira con atención el cobre, un mineral clave para la transición energética. En ese sentido, meses atrás se formalizó un acuerdo de cooperación con McEwen Copper, operadora del proyecto Los Azules en San Juan, con el fin de adecuar el desarrollo a estándares de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). La empresa canadiense lo definió como “un paso relevante dentro de la estrategia de financiamiento más amplia de McEwen Copper”.
Dentro de su plan integral, la IFC también trabaja con provincias, universidades, empresas logísticas y actores del sistema energético. La institución considera que uno de los principales desafíos del sector es la escasez de mano de obra calificada, por lo que firmó un convenio de asesoría con la Universidad Siglo 21 para impulsar programas de formación orientados a la industria. El objetivo, remarcaron es “fortalecer las competencias locales y asegurar que las comunidades puedan aprovechar las oportunidades que surgen del crecimiento”.
Además, la entidad avanza en proyectos de infraestructura energética vinculados a la actividad minera. En 2023, la IFC y Central Puerto anunciaron un acuerdo para realizar estudios de factibilidad de la primera línea de transmisión eléctrica destinada a aportar energía renovable a los desarrollos del noroeste argentino. Los estudios buscan determinar la viabilidad técnica, económica y ambiental para conectar los proyectos mineros de la zona de la Puna al Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
La apuesta se alinea con el objetivo global del organismo de acelerar la transición energética. “En IFC buscamos acelerar la transición energética global y el sector privado en Argentina tiene el potencial de ser un líder en la industria”, sostuvo en su momento Alfonso García Mora, vicepresidente para Europa, América Latina y el Caribe.
Según datos del Banco Mundial mencionados por el medio, Argentina cuenta actualmente con proyectos mineros en construcción y producción por USD 9.000 millones, mientras que otros USD 20.000 millones están en etapa de factibilidad. El sector genera alrededor de 40.000 empleos directos, aunque la cifra se multiplica entre tres y ocho veces si se suman los puestos indirectos. Aun así, el país está lejos de los niveles de países mineros consolidados como Chile y Perú, donde la industria emplea a más de 250.000 personas.
En este escenario, el financiamiento récord anunciado por la IFC podría marcar un punto de inflexión para el desarrollo minero argentino. La combinación de mayor estabilidad macroeconómica, nuevos incentivos fiscales y la demanda global de minerales asociados a la transición energética configura una oportunidad que actores locales e internacionales buscan capitalizar. El nuevo proyecto en Salta, y la perspectiva de un aumento sustancial de inversiones en los próximos años, refuerzan la posibilidad de un ciclo de expansión sin precedentes para el sector.
