Vicuña Argentina avanza con el mayor proyecto minero del país y pide ingresar al RIGI para asegurar estabilidad a 40 años

La empresa Vicuña Argentina presentó formalmente su solicitud para incorporarse al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), un paso clave que busca garantizar estabilidad legal y fiscal por 40 años para el desarrollo del Proyecto Vicuña, un plan minero de gran escala en San Juan, cuya inversión estimada —según planteó la empresa en agosto— podría alcanzar entre u$s12.000 y u$s15.000 millones, convirtiéndose en la mayor inversión extranjera directa de la historia argentina.

La presentación incluye la integración de los depósitos Josemaría y Filo del Sol bajo la modalidad de Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo (PEELP), una categoría que exige compromisos mínimos de inversión y una ejecución inicial acelerada. De acuerdo con la normativa vigente, estos proyectos deben superar los u$s2.000 millones y desembolsar al menos el 20% durante los primeros dos años. Aunque la compañía aún no precisó cifras definitivas, fuentes sectoriales afirman que Vicuña Argentina cumplirá —y superará— los umbrales que exige el régimen para acceder a sus beneficios.

Para la empresa, la adhesión al RIGI constituye una condición necesaria para avanzar con una inversión que prevé varias etapas y un horizonte de múltiples décadas. Según informó la compañía en su solicitud, el proyecto tiene potencial para impulsar el desarrollo económico regional, generar empleo de forma sostenida y fortalecer la cadena de valor minera en San Juan, una de las provincias con mayor actividad extractiva del país.

El CEO de Vicuña, Ron Hochstein, destacó que la presentación “refleja tanto la magnitud de la inversión requerida para el Proyecto Vicuña como nuestra confianza en la Argentina como socio de largo plazo”. En declaraciones citadas por medios especializados, sostuvo que el régimen otorga un “marco estable que acompaña un desarrollo responsable y beneficios económicos compartidos”.

El RIGI, creado para atraer iniciativas de gran escala, ofrece un paquete de incentivos que incluye reducción del impuesto a las ganancias, exención de derechos de importación, mejoras en los créditos de IVA, reglas claras de estabilidad fiscal por cuatro décadas y la posibilidad de dirimir disputas en arbitrajes internacionales. Su aplicación en minería generó expectativas en las provincias cordilleranas, donde se concentran los principales yacimientos metalíferos del país.

El Proyecto Vicuña combina yacimientos de cobre, oro y plata en la Cordillera de los Andes, en el límite con Chile. Aunque Filo del Sol tiene continuidad geológica en territorio chileno, la empresa aclaró que todas las inversiones comprendidas dentro del régimen se realizarán exclusivamente en Argentina. La iniciativa es impulsada por Vicuña Corp., una sociedad integrada por BHP y Lundin Mining, que actualmente trabaja en estudios de ingeniería y planea publicar un informe técnico integrado durante el primer trimestre de 2026.

En agosto, el country manager de la firma, José Morea, había adelantado en la Conferencia Internacional Argentina Cobre que el proyecto representaría “la mayor inversión extranjera directa” del país. Aunque la empresa evitó confirmar públicamente montos específicos, el ministro de Minería de San Juan, Juan Pablo Perea, estimó que el desarrollo oscilaría entre u$s12.000 y u$s15.000 millones. La cercanía entre los depósitos Filo del Sol y Josemaría permitiría economías de escala, infraestructura compartida y una mayor eficiencia operativa.

A la espera del informe técnico de 2026, la solicitud de ingreso al RIGI aparece como un paso decisivo para asegurar las condiciones regulatorias que requiere una inversión de semejante dimensión, cuyo avance podría definirse en las próximas semanas.