Argentina y Polonia avanzaron en una cooperación estratégica para el desarrollo del cáñamo industrial, a partir de acuerdos institucionales, transferencia de tecnología y validación genética que apuntan a consolidar una nueva cadena agroindustrial de alto valor agregado. El entendimiento se formalizó en Buenos Aires, en el marco del Polish–Argentinian Business Forum, con la participación de funcionarios, organismos técnicos y empresas privadas de ambos países, y resulta clave por su impacto productivo, tecnológico y regulatorio en una industria emergente para el país.
El anuncio se realizó durante un acto oficial en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, donde se presentó como caso de éxito la colaboración entre el Instytut Włókien Naturalnych i Roślin Zielarskich – PIB, de Polonia, y la empresa argentina Industrial Hemp Solutions (IHS Crops). La alianza lleva más de cuatro años de trabajo conjunto y se consolidó recientemente con hitos regulatorios y productivos que habilitan el inicio de las plantaciones comerciales de cáñamo industrial en Argentina.
Entre los avances centrales se destacó el registro de variedades de cáñamo en el Registro Nacional de Cultivares (RNC) y la importación de semillas producidas por IHS en Uruguay durante la última campaña. Estos pasos marcan el cierre exitoso de un programa de investigación y desarrollo (I+D) y el comienzo de una nueva etapa enfocada en la escala productiva y la industrialización local.
En ese contexto, se firmó un Acuerdo de Licenciamiento entre el Instituto de Fibras Naturales de Polonia e IHS Crops, que establece las condiciones para la propagación de material genético y sienta las bases de una industria competitiva desde su origen, con acceso a semillas de alto rendimiento y calidad certificada para los productores argentinos. El objetivo es generar valor agregado local, desde el cultivo hasta el procesamiento de ingredientes para la industria alimenticia y otras aplicaciones industriales.
La iniciativa se articula además con el Estado nacional. La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGPyA), a través del Senasa y el Inase, mantiene intercambios técnicos con el Servicio de Sanidad Vegetal e Inspección de Semillas de Polonia (PIORIN) y con el Programa Polaco de Cáñamo (PHP), dependiente del Instituto de Fibras Naturales y Plantas Medicinales. El objetivo es aprovechar la experiencia polaca en una industria que comenzó a desarrollarse de manera sistemática en ese país inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial.

Según información oficial difundida el 14 de noviembre de 2023, Argentina se encuentra actualmente en la etapa de construcción de las bases regulatorias y productivas del sector, con una normativa que incorpora aprendizajes de experiencias europeas, americanas y asiáticas. En ese marco, representantes de organismos nacionales y de IHS intercambiaron conocimientos con autoridades del PHP para acelerar el desarrollo local y reducir los tiempos de maduración tecnológica.
Uno de los antecedentes clave de esta cooperación fueron los ensayos de validación genética realizados en la campaña 2022–23 en 12 locaciones estratégicas de Argentina y Uruguay, donde las variedades pertenecientes al Ministerio de Agricultura de Polonia mostraron excelentes resultados adaptativos y productivos. A partir de esos resultados, y con el apoyo de la embajadora polaca Aleksandra Piatkowska, se convocó a autoridades nacionales y provinciales, incluida la provincia de Corrientes, para difundir el potencial del programa y su impacto en las economías regionales.
El alcance del modelo polaco va más allá de la genética. El país europeo cuenta con tecnología propietaria para aplicaciones industriales del cáñamo en sectores como química, construcción, textil, cosmética, biocombustibles y alimentos, con el objetivo de reducir impactos ambientales y mejorar la eficiencia de las cadenas productivas.
En ese sentido, el director del Inase y de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), Gabriel Giménez, sostuvo: “Tenemos que recuperar la soberanía genética del cáñamo, ya que tiene una potencia agronómica importante en toda la cadena agroindustrial. Es fundamental que el Estado acompañe el desarrollo y el sector privado sea el motor de la industria nacional”.
Por su parte, el director de Innovación y Nuevos Negocios de IHS, Maximiliano Baranoff, afirmó: “La transferencia tecnológica que ofrece Polonia, el tamaño del complejo industrial argentino, la calidad de sus suelos y la diversidad de climas, sumado al perfil del productor agropecuario argentino, puede permitirnos jugar en las grandes ligas”. Y agregó: “En las 4.000 microparcelas ensayadas en Argentina y Uruguay demostramos la excelente adaptación del cáñamo. El objetivo es escalar la superficie a nivel extensivo para mostrar que el paquete tecnológico ya está disponible”.
Durante 2023, IHS, junto con la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Senasa y el Inase, avanzó además en estudios sobre fitorremediación de suelos, nutrición animal, validación del cáñamo como superalimento y su potencial para la producción de biocombustibles.
Desde Polonia, el director del Programa de Cáñamo, Witold Czeszak, destacó: “Estamos entusiasmados de ser parte del desarrollo del sector del cáñamo industrial en Argentina y Uruguay. Creemos que nuestras décadas de experiencia ayudarán a crear un mercado estable y económicamente eficiente”.
La alianza binacional se proyecta así como un modelo de cooperación internacional, con impacto productivo, ambiental y tecnológico, y con el potencial de posicionar al cáñamo industrial como un nuevo eje estratégico para el futuro agroalimentario e industrial de la región.