El superávit comercial marcó un récord en 2025 impulsado por exportaciones y alivio impositivo al agro

La balanza comercial argentina registró en noviembre de 2025 un superávit de USD 2.498 millones, el más elevado del año, como resultado de un marcado crecimiento de las exportaciones, especialmente del complejo agroindustrial, y de un aumento más acotado de las importaciones. El dato, difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), es relevante porque consolida dos años consecutivos con saldo externo positivo y refuerza el objetivo oficial de acumular divisas en un contexto de estabilización macroeconómica. Así lo informó Infobae, en base a datos oficiales y testimonios del sector.

De acuerdo con el informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA), las exportaciones totalizaron USD 8.096 millones, lo que implicó un crecimiento interanual de 24,1%. La suba estuvo explicada principalmente por un incremento de 28% en las cantidades exportadas, ya que los precios registraron una caída de 3%. En términos desestacionalizados, las ventas externas aumentaron 12% respecto del mes previo, mientras que el indicador tendencia-ciclo mostró un avance de 0,8%, lo que reflejó una mejora sostenida más allá de factores puntuales.

Al desagregar por grandes rubros, el mayor aporte provino de las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), que sumaron USD 2.754 millones, con un salto interanual de 87,1%. En segundo lugar se ubicaron los Productos Primarios, con USD 2.016 millones, prácticamente estables frente al mismo mes del año anterior (-0,4%). Las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) también mostraron un desempeño sólido, al alcanzar USD 2.318 millones, lo que representó un incremento de 28,6% interanual.

Del lado de las importaciones, en noviembre se registraron compras externas por USD 5.598 millones, un 6,6% más que en igual mes de 2024. El aumento respondió a una suba de 6,1% en las cantidades y de 0,4% en los precios. Sin embargo, los datos desestacionalizados reflejaron una caída de 6,9% frente a octubre, mientras que la tendencia-ciclo descendió 0,1%, lo que sugiere cierta moderación en la demanda de bienes importados hacia el cierre del año.

La combinación de exportaciones en fuerte alza e importaciones creciendo a un ritmo menor permitió que el superávit comercial aumentara en USD 1.221 millones respecto de noviembre de 2024. No obstante, el informe oficial advirtió un deterioro en los precios relativos: “El índice de términos del intercambio disminuyó 3,5%”, señaló el Indec, reflejando que los precios de exportación cayeron más que los de importación.

En conjunto, el intercambio comercial total —suma de exportaciones e importaciones— alcanzó los USD 13.694 millones, con un crecimiento interanual de 16,3%. Con el resultado de noviembre, la balanza comercial acumuló 24 meses consecutivos con saldo positivo, un dato que fue destacado por el equipo económico como uno de los pilares de la actual estrategia macroeconómica.

Desde el Gobierno celebraron el resultado. El director del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Martín Vauthier, subrayó que las exportaciones alcanzaron un máximo histórico tanto en la serie desestacionalizada como en la tendencia-ciclo. “El crecimiento es posible con estabilidad macroeconómica, baja de impuestos, eliminación de regulaciones innecesarias y apertura comercial”, afirmó, en declaraciones que replicó Infobae.

Uno de los factores centrales detrás del desempeño exportador fue el sector agropecuario, que recibió un impulso adicional tras la baja de retenciones anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, a mediados de diciembre. La reducción de los derechos de exportación abarcó a los principales cultivos: la soja pasó de 26% a 24%, y sus subproductos de 24,5% a 22,5%; trigo y cebada bajaron de 9,5% a 7,5%; maíz y sorgo de 9,5% a 8,5%; y girasol de 5,5% a 4,5%.

Sin embargo, el impacto inmediato de la medida no estuvo exento de tensiones. Entre el anuncio y la publicación del decreto en el Boletín Oficial se produjo una parálisis temporal de las liquidaciones. “Lo primero que pasó es que hacen el anuncio el martes y el decreto sale recién el viernes”, explicó el productor agropecuario y director de RIA Consultores, Javier Preciado Patiño. “¿Quién va a vender o quién va a registrar exportaciones si al otro día vas a tener menos retención?”, planteó, y agregó que solo en el caso del maíz, donde la baja fue de un punto porcentual, se observó un aumento en las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE).

Los datos de las primeras semanas de diciembre reflejaron esa cautela. Según el detalle oficial, las DJVE de aceite de soja pasaron de 37.000 toneladas en la primera semana a 1.000 en la segunda; las de harina de soja, de 73.000 a 4.000 toneladas; mientras que no se registraron declaraciones de soja en grano en ninguno de los dos períodos. En el caso del maíz, se anotaron 180.000 toneladas en la primera semana y 200.000 en la segunda, mostrando un comportamiento más dinámico.

La operadora del mercado de granos Mariela Brandolin sostuvo que este patrón se repite cada vez que se anuncian cambios impositivos. “Se hace el anuncio, pero no se publica en el Boletín Oficial. Entonces ahí es cuando se resienten las DJVE, ya que los exportadores prefieren esperar la letra chica antes de avanzar”, explicó en diálogo con Infobae. Además, advirtió que existe un bajo nivel de declaraciones para los próximos meses, especialmente en soja y maíz.

Desde el análisis macroeconómico, el economista de la consultora Outlier, Gabriel Caamaño, puso el foco en la evolución de la liquidación de divisas del complejo cerealero-exportador. Destacó que en diciembre la liquidación de CIARA fue “muy baja” en relación con el promedio histórico. “En lo que va de diciembre, 12 ruedas, acumulamos menos de USD 520 millones. El promedio diario es de menos de USD 45 millones”, señaló, y agregó que parte de las ventas externas se adelantaron hacia fines de septiembre.

En este contexto, el resultado de noviembre aparece como un punto alto dentro de un escenario que combina señales positivas y desafíos hacia adelante. El fuerte superávit comercial refuerza la disponibilidad de dólares y la posición externa del país, pero la evolución de los precios internacionales, el ritmo de liquidación del agro y la reacción de las importaciones serán determinantes para sostener este desempeño en los próximos meses.