El economista Fernando Marull proyectó un cambio de dinámica para 2026 en el mercado cambiario argentino y advirtió que las estrategias que funcionaron en 2025 podrían no repetirse el próximo año. Tras un período marcado por la incertidumbre electoral, la crisis macroeconómica y un fuerte proceso de dolarización, Marull señaló que el nuevo escenario estará atravesado por menor demanda de dólares, crecimiento económico y un esquema cambiario más previsible, en línea con los anuncios recientes del Banco Central. El análisis resulta relevante porque ofrece una guía concreta para ahorristas e inversores en un contexto de transición económica. Así lo informó El Economista.
Con la mirada puesta en un 2026 que el Gobierno de Javier Milei proyecta como un año de reformas estructurales, Marull sostuvo que el balance de 2025 fue mayormente positivo para quienes se posicionaron en dólares. “El que compró dólares le fue bien este año”, afirmó en diálogo con CNN Radio, al evaluar el desempeño de la divisa estadounidense en un período que definió como una “crisis importante”. En particular, destacó a quienes ingresaron al mercado en los picos de febrero y marzo, cuando el tipo de cambio alcanzó valores cercanos a los $1.060.
Sin embargo, el economista introdujo una diferenciación clave entre los distintos perfiles de ahorristas. Según explicó, quienes se limitaron a comprar dólares y mantenerlos obtuvieron resultados positivos, pero los mayores rendimientos estuvieron del lado de quienes combinaron cobertura cambiaria con instrumentos financieros específicos. “El que compró Bopreal o instrumentos dólar linked, se cubrió y le ganó a todo”, sostuvo, al remarcar que esas alternativas superaron ampliamente al simple atesoramiento de divisas.
Para Marull, esa diferencia marca una enseñanza central de 2025: en un contexto de alta volatilidad, la estrategia financiera importó tanto como la moneda elegida. No se trató solo de dolarizarse, sino de hacerlo a través de activos que ofrecieran rendimiento adicional y protección frente a los movimientos del tipo de cambio.
De cara a 2026, el economista anticipó un escenario distinto, con variables macroeconómicas más ordenadas. Proyectó un crecimiento del Producto Bruto Interno del 4,5% y una inflación anual en torno al 20%, cifras que, de concretarse, implicarían un cambio sustancial respecto de los años previos. En ese contexto, sostuvo que la demanda de dólares debería moderarse de manera natural. “Sin expectativa de crisis y expectativa de un buen año, posiblemente la dolarización va a ir bajando”, explicó.

Marull recordó que durante 2025 la incertidumbre electoral llevó a una demanda extraordinaria de divisas. “Se compraron casi US$ 35.000 millones”, señaló, al describir un proceso de cobertura masiva por parte de empresas y ahorristas. Para 2026, su visión es que ese fenómeno no se repetirá. “No te van a demandar otra vez US$ 35.000 millones. Va a ser mucho menos”, anticipó, al argumentar que un escenario de mayor previsibilidad reduce los incentivos a refugiarse en el dólar.
En ese marco, analizó las recientes medidas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que anunció una ampliación del esquema de bandas cambiarias y una estrategia explícita de acumulación de reservas. Según Marull, estos anuncios no lo sorprendieron. “Hace dos meses que están diciendo que van a comprar reservas”, afirmó, y aclaró que la verdadera novedad fue la decisión de ajustar las bandas por inflación, lo que introduce un mecanismo de actualización más dinámico del régimen cambiario.
El economista explicó que este esquema apunta a reducir las tensiones dentro de la banda sin necesidad de un salto discreto del tipo de cambio. En ese sentido, advirtió que muchos ahorristas interpretan erróneamente la ampliación de los límites como una señal de devaluación inminente. “Te están subiendo el techo, no te están subiendo el dólar”, resumió, al diferenciar entre mayor margen de flotación y un aumento efectivo del tipo de cambio.
Para reforzar su argumento, Marull se refirió al mercado de futuros. “Cuando vas al dólar futuro en Rofex, ¿cuánto está? 23%”, señaló, al indicar que las expectativas implícitas del mercado no reflejan un escenario de devaluación abrupta. A su juicio, ese dato funciona como una señal clara de que el consenso del mercado apunta a un ajuste gradual y contenido, más que a un salto disruptivo.
En ese contexto, el economista lanzó una advertencia directa a los ahorristas y empresarios que basan sus decisiones en una fuerte suba del dólar. “No quedarte en dólares esperando la gran devaluación porque no parece ser el view”, aconsejó. Y fue aún más contundente al describir los riesgos de esa estrategia: “Si estás en un sector que estás esperando sentado que el dólar se vaya a $4.000 para que vos ganes plata, estás en el horno”.
Para Marull, este punto es central para entender el nuevo ciclo económico. Con un esquema cambiario más ordenado, una política monetaria contractiva y un proceso de desinflación en marcha, apostar exclusivamente a una devaluación como fuente de rentabilidad puede convertirse en una estrategia perdedora. En su visión, el foco debería desplazarse hacia inversiones productivas, instrumentos financieros en pesos bien remunerados y activos que acompañen el crecimiento de la economía real.

El análisis también se inscribe en un contexto político y económico particular. El Gobierno apuesta a que 2026 sea el año de consolidación del programa económico, con reformas estructurales, menor inflación y recuperación de la actividad. En ese escenario, la estabilidad cambiaria aparece como un pilar clave para sostener la credibilidad y atraer inversiones. Marull destacó que, sin una expectativa de crisis, el dólar deja de ser el único refugio posible para los ahorros.
A modo de síntesis, el economista definió su mirada con una frase que ya se volvió característica de sus análisis. “Te doy optimismo con cautela”, señaló, y aclaró que su visión se ubica lejos de los extremos. “Ni caos, ni Disneylandia”, concluyó, al describir un escenario intermedio, con desafíos pendientes pero también con oportunidades para quienes adapten su estrategia al nuevo contexto.
El mensaje final de Marull apunta a una redefinición del comportamiento financiero de los argentinos. Tras un 2025 dominado por la cobertura cambiaria y la incertidumbre, 2026 podría exigir una mirada más fina sobre las variables macroeconómicas, los instrumentos disponibles y las señales del mercado. En ese nuevo juego, advirtió, el dólar seguirá siendo relevante, pero ya no necesariamente el ganador automático.