En el cierre de 2025, la gestión patrimonial se consolidó como una de las principales prioridades para individuos y empresas que buscan orden, previsión y resguardo del capital en un contexto marcado por la volatilidad macroeconómica y los cambios en el mercado financiero argentino. La tendencia refleja un giro en el perfil del inversor local, que ya no se enfoca exclusivamente en maximizar rendimientos de corto plazo, sino en construir carteras diversificadas con una mirada de largo plazo. Según informó Infobae, este cambio impulsó el crecimiento de los servicios de Wealth Management, que ganaron protagonismo como puente entre los ahorristas y un mercado de capitales en expansión.
En ese escenario, IOL Inversiones destacó el desarrollo de su unidad de Wealth Management, un área que pasó a ocupar un rol central dentro de su estrategia. La compañía cerró el año con más de dos millones de clientes, de acuerdo con datos propios, y apunta a captar a un segmento que prioriza la planificación financiera, la dolarización eficiente y el equilibrio entre riesgo y rendimiento.
Desde la firma explican que las inquietudes actuales atraviesan tanto a inversores experimentados como a quienes se acercan por primera vez al mercado de capitales en busca de acompañamiento profesional. En ese marco, el asesoramiento personalizado se volvió un diferencial clave, especialmente para gestionar liquidez, diseñar carteras balanceadas y tomar decisiones informadas en un entorno cambiante.

La digitalización financiera amplió el acceso a instrumentos de inversión y democratizó la participación en el mercado. Sin embargo, el crecimiento de las plataformas digitales no desplazó la necesidad de acompañamiento humano. Por el contrario, la figura del asesor cobró mayor relevancia para quienes buscan traducir información compleja en estrategias concretas.
“Estas inquietudes atraviesan tanto a clientes experimentados como a los que buscan acompañamiento profesional para gestionar su liquidez”, señaló Enrique Chimeno, en declaraciones difundidas por Infobae. Según explicó, la unidad de Wealth Management de la compañía ofrece sus servicios sin costo adicional, con foco en brindar cercanía, claridad técnica y seguimiento continuo.
El ejecutivo remarcó que, a partir de la aparición del dólar MEP y las restricciones cambiarias, muchos ahorristas comenzaron a explorar alternativas dentro del mercado de capitales. En ese proceso, el asesor cumple un rol pedagógico, ayudando a los usuarios a comprender riesgos, plazos y objetivos.

Uno de los cambios más visibles en el comportamiento del inversor argentino es el pasaje del corto plazo a estrategias patrimoniales de mayor alcance. De acuerdo con Chimeno, creció la demanda de carteras diversificadas en moneda extranjera, planificación patrimonial familiar y herramientas de dolarización a través de activos listados en Estados Unidos, CEDEAR, bonos soberanos, obligaciones negociables y operaciones de contado con liquidación (CCL).
La búsqueda de previsión también está atravesada por factores demográficos y sociales. La preocupación por la jubilación, la baja natalidad y la necesidad de construir un respaldo financiero a largo plazo impulsan a muchos inversores a anticiparse. “La Argentina se debe una discusión de pensar en el largo plazo”, sostuvo Chimeno, al describir el cambio de mentalidad que comenzó a consolidarse en 2025.
La volatilidad histórica de la economía argentina sigue siendo un factor determinante, especialmente en años con fuerte carga política y electoral. Durante 2025, las consultas se orientaron a aprovechar mejor los dólares depositados en el sistema financiero, una señal de que parte del ahorro comenzó a salir de la inmovilidad de las cajas de seguridad para buscar rentabilidad.
Desde IOL Inversiones señalaron que el inversor local muestra una recuperación gradual de la confianza en el sistema, apoyada en una mayor estabilidad macroeconómica y en la ampliación de las alternativas disponibles. En ese contexto, los patrimonios más elevados tienden a optar por carteras dolarizadas, priorizando obligaciones negociables de empresas de calidad y bonos estadounidenses, mientras que los perfiles más conservadores encuentran refugio en instrumentos como los T-bills, valorados por su baja volatilidad.
“En la Argentina no te aburrís nunca. Eso te demanda estar constantemente actualizado”, resumió Chimeno al describir el desafío permanente de gestionar inversiones en un entorno dinámico.

Uno de los aspectos más valorados por los clientes es el modelo de servicio. En el caso de IOL Inversiones, quienes superan los 50.000 dólares invertidos acceden a un asesor dedicado, que acompaña la gestión diaria del portafolio y facilita el acceso a espacios exclusivos.
El servicio incluye reportes semanales, recomendaciones personalizadas, webinars con el equipo de estrategia, encuentros virtuales y propuestas de networking entre clientes con necesidades similares. Según la compañía, esta comunidad de inversores permite intercambiar experiencias y fortalecer la toma de decisiones.
“Es un servicio gratuito y no es menor remarcarlo”, enfatizó Chimeno, al destacar que el objetivo es ofrecer una gestión integral sin sumar costos adicionales, en un mercado donde las comisiones y la transparencia son cada vez más relevantes para el usuario.
Más allá de las recomendaciones puntuales, la relación con el asesor impulsa la educación financiera. Muchos inversores valoran la posibilidad de aprender conceptos técnicos —como duration, TIR o rendimiento— en el marco de decisiones concretas, sin necesidad de realizar cursos formales.
“Hoy el cliente decide y dice: no tengo tiempo para cursos online, quiero aprovechar el contacto con un especialista para que me explique por dónde ir y por qué”, explicó el ejecutivo. Este aprendizaje aplicado fortalece la autonomía del inversor y mejora la calidad de las decisiones a lo largo del tiempo.

De cara a 2026, desde IOL Inversiones anticipan una profundización de la tendencia hacia la diversificación y la gestión profesional del patrimonio. “Creemos que el año que viene va a ser bisagra para el mercado. Si se mantiene la estabilidad y se implementan algunas reformas, el mercado de capitales se va a ampliar”, analizó Chimeno.
La expectativa está puesta en el crecimiento de instrumentos pasivos, una mayor participación de inversores minoristas y el fortalecimiento de un ecosistema que combine tecnología, asesoramiento y formación. En ese marco, la unidad de Wealth Management se proyecta como un eje estratégico para acompañar a quienes buscan atravesar el próximo año con mayor previsión y claridad financiera.
A 25 años de su lanzamiento, la plataforma apuesta a consolidar una propuesta integral que refleje el cambio de paradigma del inversor argentino: menos improvisación, más planificación y una mirada de largo plazo sobre el cuidado del capital.