La petrolera YPF definió una estrategia de diversificación profunda para 2026 que busca ampliar su presencia en el consumo masivo, avanzar en servicios financieros y sostener un ambicioso plan de inversión energética, con el objetivo de reforzar ingresos y consolidar su liderazgo en un mercado cada vez más competitivo. El plan, impulsado desde la conducción de la compañía, incluye la venta de hamburguesas de McDonald’s en estaciones seleccionadas, el lanzamiento de una tarjeta de crédito propia junto a Mastercard y la expansión de su ecosistema digital, según informó El Economista.
La iniciativa apunta a potenciar un negocio que viene creciendo con fuerza: el retail en estaciones de servicio, un segmento que ya factura alrededor de US$ 500 millones anuales y que ofrece márgenes superiores a los del expendio de combustibles. En ese marco, YPF negocia un acuerdo para incorporar productos de McDonald's en sus estaciones de mayor categoría, un entendimiento que se trabaja con Arcos Dorados, licenciataria de la marca en la Argentina.
La incorporación de McDonald’s forma parte de una resegmentación integral de la red, que hoy supera las 1.700 estaciones en todo el país. El esquema prevé cuatro formatos bien diferenciados. El más sofisticado será YPF Black, orientado a productos premium, con una experiencia de consumo ampliada que incluirá hamburguesas de McDonald’s y café de alta gama. En un segundo escalón se ubica YPF Full, el formato actual, donde la compañía ya es líder en café, medialunas y hamburguesas propias.

El tercer formato será YPF Low Cost o Refiplus, basado en estaciones de Refinor, con una propuesta más simple y precios competitivos. Por último, YPF ACA apunta a reforzar la presencia federal mediante alianzas con comercios de cercanía, en conjunto con el Automóvil Club Argentino.
La estrategia comercial está liderada por Horacio Marín, presidente y CEO de la compañía, quien busca reposicionar la marca YPF más allá del combustible y convertir a las estaciones en centros integrales de servicios. El objetivo es aumentar el tiempo de permanencia de los clientes, elevar el ticket promedio y capturar nuevas fuentes de ingresos en un contexto de márgenes ajustados en el negocio tradicional.
En paralelo al rediseño del retail, YPF acelera su incursión en el mundo financiero. Tras obtener la autorización del Banco Central para operar como proveedor de cuentas de pago, la petrolera analiza un paso más ambicioso: convertirse en banco, captar depósitos y lanzar una tarjeta de crédito propia en alianza con Mastercard.
La apuesta se apoya en YPF Digital, la aplicación de la compañía, que ya permite pagos en dólares, descuentos personalizados y gestión de consumos. Según proyecciones internas citadas por El Economista, el ecosistema digital podría generar hasta US$ 300 millones anuales en el mediano plazo, posicionando a YPF como un jugador relevante en el negocio fintech.
Con esta movida, la empresa busca competir en un segmento dominado por plataformas como Mercado Libre y Ualá, aprovechando una ventaja diferencial: su base masiva de clientes, la capilaridad territorial de su red de estaciones y un flujo constante de transacciones vinculadas al consumo cotidiano.
La tarjeta de crédito permitiría integrar combustible, consumo en tiendas, gastronomía y servicios financieros en una misma plataforma, con programas de beneficios cruzados. En YPF entienden que este modelo puede fidelizar usuarios, reducir intermediarios y capturar valor en distintas etapas de la experiencia del cliente.
Pese a la diversificación, la conducción de YPF subraya que el core energético sigue siendo la base del negocio. El plan 2026 contempla inversiones por más de US$ 6.000 millones, con foco en el desarrollo de Vaca Muerta y en proyectos asociados a la exportación de Gas Natural Licuado (GNL).
La compañía trabaja en la búsqueda de financiamiento para avanzar con infraestructura clave que permita ampliar las exportaciones y generar divisas, en línea con la estrategia energética nacional. En ese frente, el objetivo es consolidar a la Argentina como proveedor relevante de energía en la región y en mercados globales, apalancando el potencial del shale.
Mientras tanto, la competencia también se mueve. Empresas como Axion Energy, Raízen y Shell fortalecieron en los últimos años su oferta de retail en estaciones, con propuestas gastronómicas y de conveniencia cada vez más sofisticadas. En ese contexto, YPF apuesta a integrar energía, consumo y finanzas para diferenciarse y mantener su liderazgo.

El rediseño estratégico refleja un cambio de época para la petrolera, que busca adaptarse a un mercado donde la rentabilidad ya no depende solo del surtidor. La combinación de marca fuerte, escala nacional y tecnología aparece como el eje de un modelo que apunta a transformar a YPF en una plataforma de servicios multisectorial.
De cara a 2026, el desafío será ejecutar en simultáneo esta agenda comercial y financiera sin descuidar el negocio energético, en un contexto macroeconómico todavía volátil. Si el plan logra consolidarse, YPF podría convertirse en un caso singular en la región: una petrolera que, además de producir energía, vende hamburguesas, ofrece servicios financieros y opera como fintech, con el respaldo de una de las marcas más reconocidas del país.