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La provincia de Misiones confirmó una reducción sostenida del 18% en la deforestación durante 2025 en comparación con el promedio histórico, un dato que refuerza su posicionamiento como referente nacional en la gestión de bosques nativos. El anuncio fue realizado el 27 de diciembre por el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones durante una jornada técnica en el Museo Regional Aníbal Camba, y resulta relevante porque valida con evidencia el impacto de políticas públicas basadas en monitoreo permanente, control territorial y participación multisectorial. La información fue difundida por Noticias Ambientales.
El encuentro, denominado “Monitoreo y Gestión de los Bosques Nativos”, reunió a funcionarios provinciales, técnicos, organizaciones ambientales, fuerzas de seguridad, representantes del sector productivo y ciudadanía comprometida con la conservación de la Selva Misionera. Allí se presentaron los avances en sistemas de información ambiental, los resultados del Informe de Monitoreo del Bosque Nativo 2025 y las líneas de acción que orientarán la política forestal de la provincia en los próximos años.
El dato central —la baja del 18% en la pérdida de cobertura boscosa— fue contextualizado dentro de una estrategia sostenida que combina teledetección satelital, plataformas de información geográfica, controles en territorio y mecanismos de participación ciudadana. Estas herramientas permiten detectar cambios en el uso del suelo, validar alertas tempranas y complementar los registros oficiales con denuncias y observaciones locales.
Desde el Ministerio de Ecología explicaron que el enfoque apunta a transparentar el acceso a la información ambiental y a consolidar una gestión basada en evidencia técnica. “El monitoreo continuo es la base para diseñar políticas de ordenamiento territorial, conservación de la biodiversidad y uso sostenible de los bosques”, señalaron fuentes oficiales durante la jornada.
El ministro de Ecología, Martín Recamán, realizó un balance de las acciones desarrolladas a lo largo de 2025 y presentó la hoja de ruta para 2026. Entre las prioridades, destacó el fortalecimiento del cuerpo de guardaparques, la ampliación de corredores biológicos para mejorar la conectividad de la selva y la implementación de planes de restauración en áreas degradadas. Estas medidas buscan no solo frenar la deforestación, sino también recuperar funciones ecosistémicas clave.
En la misma línea, el subsecretario de Ordenamiento Territorial, Lucas Russo, presentó el Observatorio Ambiental de Datos, un nuevo espacio técnico que centraliza, procesa y analiza información estratégica para la gestión ambiental provincial. El observatorio integra datos de biodiversidad, uso del suelo y monitoreo climático, y aspira a convertirse en un referente regional para la toma de decisiones públicas.
Por su parte, la directora general de Sistemas de Información Geográfica, Verónica Centurión, expuso los detalles metodológicos del Informe de Monitoreo del Bosque Nativo 2025. El documento incluye mapas, series históricas y análisis de tendencias que muestran cómo las áreas de mayor presión se concentran en zonas de frontera agrícola, y cómo las políticas de control y fiscalización lograron disminuir la pérdida de cobertura en esos sectores.
La presentación también puso en valor el carácter multisectorial de la política forestal misionera. Entre los presentes se destacaron el ministro de Turismo José María Arrúa, el intendente de Garuhapé Gerardo Schmied, el subsecretario de Ecología Facundo Ringa, el director general de Bosques Nativos Miltón Morán, el presidente de la Confederación Económica de Misiones Guillermo Fachinello, y el referente del IMiBio Juan Solari. También participaron integrantes del Cuerpo de Guardaparques, fuerzas de seguridad, representantes del sector maderero, organizaciones ambientales y colegios profesionales.
Esa diversidad de actores, coincidieron los organizadores, refleja que la gestión forestal es una política transversal, que involucra tanto al Estado como al sector privado y a la sociedad civil. En Misiones, la conservación de los bosques nativos se vincula de manera directa con el desarrollo económico, el turismo de naturaleza y la protección de servicios ecosistémicos esenciales, como la regulación hídrica y la conservación del suelo.
Los resultados presentados consolidan una tendencia positiva que no se explica por una sola medida, sino por la articulación de tecnología, control territorial y participación social. El uso de imágenes satelitales y sistemas de información geográfica permite una vigilancia casi en tiempo real, mientras que la presencia de guardaparques y la coordinación con fuerzas de seguridad refuerzan la capacidad de respuesta ante infracciones.
Desde el Ministerio de Ecología subrayaron que el desafío hacia adelante es sostener y profundizar estos avances en un contexto de presión productiva y cambios climáticos. La planificación para 2026 incluye más capacitación, mejoras en infraestructura de control, y la ampliación de corredores biológicos que faciliten el desplazamiento de especies y aumenten la resiliencia de la selva.
La jornada dejó un mensaje claro: la conservación de los bosques nativos no es solo una cuestión ambiental, sino también social y económica. Proteger la Selva Misionera implica resguardar fuentes de agua, mantener servicios ecosistémicos críticos y asegurar oportunidades de desarrollo sostenible para las comunidades locales.
Con datos verificables, herramientas abiertas y una agenda de trabajo definida, Misiones cerró 2025 mostrando que es posible reducir la deforestación cuando la política pública se apoya en evidencia y en la participación de múltiples sectores. El balance refuerza el rol de la provincia como laboratorio de gestión forestal y plantea un horizonte de continuidad para la protección de uno de los ecosistemas más valiosos del país.
