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La startup argentina Blinktrip, fundada en 2023 por Marcelo Morales Rins, ex integrante del equipo fundador de Ualá, alcanzó en 2025 una facturación anual de US$ 1 millón tras crecer un 400% interanual, con la meta de llegar a US$ 5 millones en 2026. La compañía, que opera desde Argentina, aplica herramientas propias de la industria fintech al sector turístico, con foco en viajes personalizados, uso intensivo de inteligencia artificial y una estrategia orientada a la temporada baja. La información fue difundida por Forbes.
El proyecto nació a partir de una inversión inicial de US$ 200.000 y de una premisa clara: resolver una de las principales fricciones del turismo. Planificar un viaje implica decenas de decisiones, múltiples proveedores y semanas de trabajo previo, un proceso que, según datos del sector, puede demandar hasta 30 días de dedicación por parte del viajero. Morales Rins identificó en esa complejidad una oportunidad para aplicar tecnología, datos y automatización en una industria madura pero con amplio margen de innovación.
“Las vacaciones representan cerca del 20% de los ahorros anuales de una persona y combinan incertidumbre con expectativas muy altas”, explicó el fundador en declaraciones citadas por Forbes, al describir la lógica que impulsó el nacimiento de Blinktrip. La propuesta apunta a reducir esa fricción sin eliminar el componente humano, clave en los viajes de alto involucramiento.
Antes de desembarcar en el turismo, Morales Rins participó del desarrollo de Ualá desde sus primeras etapas, cuando el ecosistema fintech aún era incipiente. Desde esa experiencia, observó un paralelismo entre la transformación que vivió el sistema financiero digital en la última década y el potencial de cambio que atraviesa hoy la industria de los viajes. Ese diagnóstico fue el punto de partida para Blinktrip.
En sus inicios, la empresa funcionó como un marketplace de contenidos, donde creadores especializados compartían itinerarios y destinos basados en experiencias reales. Sin embargo, en 2024 el modelo evolucionó hacia una agencia de viajes 3.0, centrada en el diseño de experiencias a medida mediante una combinación de inteligencia artificial generativa y curaduría humana especializada.
El esquema actual se apoya en dos ejes. Por un lado, desde la perspectiva del viajero, promueve destinos culturales, experiencias auténticas y viajes fuera de los picos tradicionales de demanda. Por otro, desde la operación interna, utiliza automatizaciones y análisis de datos para potenciar el trabajo de los especialistas. Según la empresa, este enfoque permitió reducir en un 70% los tiempos de cotización y mejorar en 33% la retención de clientes.
Uno de los desarrollos centrales es un copiloto de ventas basado en IA, diseñado para calificar leads y optimizar campañas de marketing. La herramienta analiza los contactos entrantes y filtra aquellos con baja probabilidad de conversión antes de que lleguen a un asesor humano. De acuerdo con datos de la compañía citados por Forbes, el sistema identifica tempranamente cerca del 68% de los contactos con baja intención de compra, lo que reduce el costo de adquisición y mejora la eficiencia comercial.
La tecnología también se aplica en otras etapas del proceso. Blinktrip desarrolló una solución denominada “Best Time to Travel”, que ayuda a definir la mejor fecha para cada viajero según preferencias personales, clima, costos y afluencia turística. Además, la empresa utiliza paneles de datos para la definición de precios y el diseño de productos, y en la etapa de postventa transforma decenas de vouchers en un itinerario único y ordenado, accesible día por día para el cliente.
El público objetivo de Blinktrip está compuesto por viajeros de entre 30 y 70 años, desde profesionales con flexibilidad laboral hasta jubilados que priorizan experiencias culturales y personalizadas. Se trata de un segmento que busca evitar circuitos masivos y valora la autenticidad. Esa orientación se refleja en los números: cerca del 20% de las ventas corresponden a viajes fuera de temporada y alrededor del 16% a destinos considerados exóticos.
Durante 2025, la empresa registró un incremento del 20% en los clientes que eligieron viajar fuera de los meses tradicionales, una tendencia que Blinktrip espera duplicar en 2026. La propuesta incluye desde recorridos culturales en grandes ciudades hasta colecciones específicas, como itinerarios diseñados para descendientes de inmigrantes españoles que buscan reconectar con sus raíces en regiones como Castilla y León, Asturias o Galicia, alejadas del turismo masivo.
La estrategia de diversificación y personalización obtuvo reconocimiento internacional. La edición Experiences 2025/26 de National Geographic Traveller Reino Unido seleccionó a Blinktrip como referente latinoamericano en viajes a medida, destacando su enfoque en la temporada baja y el uso de inteligencia artificial aplicada a la personalización, según informó Forbes.
Actualmente, la startup opera únicamente en Argentina, con un equipo de 7 personas full-time y 5 part-time, pero ya tiene definidos sus próximos pasos de expansión. El plan contempla el desembarco en el mercado británico, apalancado en la visibilidad otorgada por National Geographic UK y el apoyo de la plataforma Low Season Traveller. Luego, prevé avanzar sobre España hacia mediados de 2026, y más adelante evaluar países limítrofes, tanto para turismo emisivo como receptivo.
En relación con el turismo receptivo argentino, Morales Rins señaló que el sector atraviesa un proceso de ajuste tras un muy buen desempeño en 2023 y una caída en 2024 y 2025, explicada principalmente por la menor llegada de viajeros desde países vecinos. No obstante, consideró que un tipo de cambio más competitivo podría acelerar la recuperación, especialmente desde Europa y Estados Unidos, mercados donde Argentina mantiene un alto atractivo.
De cara al futuro, Blinktrip planea profundizar el desarrollo tecnológico con nuevas funcionalidades: recomendaciones inteligentes de hoteles, evolución de la herramienta de creación de itinerarios, sugerencias personalizadas de actividades y una plataforma de postventa enfocada en el acompañamiento del viajero antes y durante el viaje.
El fundador proyecta una industria cada vez más segmentada. Mientras la mayor parte de las ventas globales se concentra en grandes OTAs, que compiten principalmente por precio y disponibilidad, observa un espacio creciente para propuestas diferenciadas. En ese escenario, considera que los viajes complejos seguirán requiriendo interacción humana, conocimiento experto y una posventa sólida, complementada —pero no reemplazada— por la automatización.
Con esa combinación entre tecnología y especialización, Blinktrip busca consolidarse como un actor relevante del turismo inteligente, un segmento que empieza a ganar escala y que, según la empresa, todavía tiene amplio margen de crecimiento en la región.
