Chile formalizó este sábado una de las decisiones más relevantes de su política minera reciente con la creación de NovaAndino Litio, una empresa público-privada con mayoría estatal que tendrá a su cargo la exploración, explotación, producción y comercialización de litio en el Salar de Atacama hasta el año 2060. La nueva sociedad fue constituida por Codelco y SQM, en el norte del país, y representa un hito por su alcance económico, estratégico y por el rol central que asigna al Estado en uno de los recursos más demandados a nivel global.
El anuncio se realizó a través de un comunicado conjunto de ambas compañías, que confirmaron que NovaAndino Litio manejará la totalidad de los activos, permisos, equipos técnicos y recursos humanos necesarios para el desarrollo del negocio en el principal yacimiento de litio de Chile. La iniciativa se apoya en el Acuerdo de Asociación firmado el 31 de mayo de 2024, el cual fue analizado y revisado por más de veinte organismos e instituciones nacionales e internacionales antes de su aprobación definitiva.
La constitución de esta empresa se inscribe en la estrategia chilena para fortalecer su posición en el mercado mundial del litio, un insumo clave para la fabricación de baterías, la movilidad eléctrica y el almacenamiento de energía. En un contexto de creciente competencia internacional y transición energética acelerada, el país busca asegurar control, continuidad productiva y mayor captura de valor en un sector considerado estratégico.
Desde Codelco señalaron que la alianza con SQM constituye “una de las asociaciones público-privadas más relevantes en la historia empresarial de Chile”, al combinar el liderazgo estatal con la experiencia operativa y comercial de una de las principales productoras de litio del mundo. La empresa tendrá mayoría estatal y una estructura de gobernanza diseñada para equilibrar los intereses públicos y privados, con foco en la eficiencia, la sostenibilidad y la proyección de largo plazo.
El directorio de NovaAndino Litio estará integrado por seis miembros, con representación equitativa de ambas compañías. Por Codelco participarán Máximo Pacheco, Josefina Montenegro y Alfredo Moreno, mientras que por SQM lo harán Ricardo Ramos, Hernán Uribe y Manuel Ovalle. La primera sesión del directorio fue fijada para el 29 de diciembre, fecha que marcará el inicio formal de la gestión de la nueva sociedad.
El esquema directivo fue destacado por ambas empresas como una garantía de gobernanza moderna y profesional, en un sector que enfrenta desafíos crecientes vinculados a la volatilidad de los precios internacionales, las exigencias ambientales y la relación con las comunidades locales. La estructura busca asegurar decisiones consensuadas y una administración alineada con los objetivos estratégicos del Estado chileno.
En declaraciones difundidas por Emol, el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, afirmó: “La estatal da un paso estratégico para participar activamente en la producción del litio, un recurso clave para la transición energética y digital de escala global”. La definición resume el sentido político y económico del acuerdo, que apunta a consolidar al Estado como actor directo en la cadena de valor del litio.
Por su parte, el gerente general de SQM, Ricardo Ramos, sostuvo que la creación de la nueva empresa permitirá “proyectar el desarrollo del Salar de Atacama y continuar avanzando con estándares de excelencia operativa, sostenibilidad y creación de valor compartido”. La referencia al valor compartido apunta a uno de los ejes centrales del debate en torno al litio: la necesidad de compatibilizar rentabilidad, cuidado ambiental y beneficios para el país.
Uno de los puntos clave del acuerdo es la continuidad de las operaciones en el Salar de Atacama. Según informaron las compañías, el proceso de reorganización llevado adelante por SQM entre 2024 y 2025 permitió asegurar la vigencia de los contratos actuales con la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), así como establecer las bases de los compromisos que regirán a partir de 2031.
Este aspecto resulta central para el mercado, ya que despeja dudas sobre eventuales interrupciones productivas y brinda previsibilidad a los clientes internacionales. El Salar de Atacama es considerado uno de los yacimientos de litio más relevantes del mundo por la calidad y concentración del mineral, lo que lo convierte en un activo estratégico para la economía chilena.
Hasta ahora, solo dos empresas explotaban litio en este salar de propiedad estatal: SQM y la estadounidense Albemarle. Con la creación de NovaAndino Litio, el esquema cambia de manera sustancial, al concentrar la gestión del negocio en una sociedad con participación directa del Estado, a través de Codelco.
Chile ocupa actualmente el segundo lugar mundial en producción de litio, solo detrás de Australia, y mantiene una competencia directa con Argentina, que en los últimos años aceleró el desarrollo de proyectos en sus salares del norte. En este escenario, la estrategia chilena apunta a sostener su liderazgo histórico, pero con un mayor protagonismo estatal y un marco regulatorio más integrado.
SQM, controlada por la firma china Tianqi y asociada hasta este año al empresario Julio Ponce Lerou, aporta a la nueva sociedad su experiencia operativa y su red comercial global. Codelco, en tanto, suma su peso institucional y su trayectoria como principal empresa minera estatal del país, con décadas de experiencia en la explotación de recursos estratégicos.
La alianza refleja un cambio de enfoque respecto de décadas anteriores, en las que el Estado se limitaba principalmente a un rol regulador. Con NovaAndino Litio, Chile busca incidir de manera más directa en la producción, en la captura de rentas y en la definición de estándares ambientales y productivos.
La creación de NovaAndino Litio abre una nueva etapa para la minería del litio en Chile, con un horizonte de explotación que se extiende hasta 2060. El desafío será transformar este diseño institucional en resultados concretos: mayor producción, sostenibilidad ambiental, innovación tecnológica y beneficios económicos duraderos para el país.
En un contexto global marcado por la transición energética y la creciente demanda de minerales críticos, la nueva empresa tendrá un rol central en definir el lugar de Chile en el mercado internacional del litio durante las próximas décadas. La constitución de esta sociedad, que fue informada inicialmente por Infobae, marca así un punto de inflexión en la relación entre el Estado y el sector privado en uno de los negocios más estratégicos del siglo XXI.