El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, realizó este martes un balance institucional y político del año 2025 durante una conferencia de prensa en Casa de Gobierno, donde confirmó una reducción del 9,25% del gasto público provincial, defendió el rol del Estado para sostener la actividad económica y advirtió que la situación de la provincia está condicionada por la incertidumbre e imprevisibilidad de la economía nacional, en un contexto de ajuste impulsado por el Gobierno nacional que, según afirmó, impacta de lleno en el empleo, el consumo y las finanzas públicas.
En el inicio de su exposición, el mandatario describió el último año como “muy difícil para la gestión”, atravesado por una fuerte retracción económica tanto a nivel provincial como nacional. En ese marco, señaló que la caída de la actividad afecta no solo a los ingresos del Estado sino también a “los trabajadores, las trabajadoras y toda la microeconomía”, vinculada al funcionamiento cotidiano de la sociedad pampeana. A pesar de ese escenario, sostuvo que el Ejecutivo provincial mantuvo “la coherencia y la firmeza” para no abandonar los objetivos centrales de su modelo de gestión.
Ziliotto remarcó que, frente a la restricción de recursos, la administración pampeana priorizó la eficiencia en el uso de los fondos públicos para garantizar las obligaciones primarias del Estado, como salud, educación, seguridad y asistencia social. En ese sentido, explicó que el ajuste aplicado durante 2025 se concentró en gastos que podían postergarse sin afectar la respuesta diaria del Estado, lo que permitió reducir el gasto total en un 9,25%.
Sin embargo, el gobernador advirtió que, aun con ese recorte, los recursos disponibles de la Administración Pública provincial quedaron “10 puntos por debajo del gasto definitivo” que se registrará al cierre del ejercicio. Esa brecha, explicó, pudo ser afrontada gracias a la utilización de reservas y fondos anticíclicos, una herramienta que La Pampa viene sosteniendo desde hace años para amortiguar los ciclos económicos adversos.
El mandatario reconoció que este desbalance entre ingresos y erogaciones obligó a revisar prioridades al momento de elaborar el Presupuesto 2026, particularmente en lo referido a la inversión pública. “Seguimos sosteniendo un Estado que da respuesta a sus obligaciones primarias, pero tuvimos que morigerar el impacto que significa la inversión pública como motor de la economía”, indicó, tanto en materia de obra pública como en la intervención estatal para incentivar la producción.

Al proyectar el escenario para el próximo año, Ziliotto afirmó que 2026 será “un enorme desafío”, marcado por la incertidumbre y la imprevisibilidad macroeconómica. Según explicó, ese contexto genera una mayor retracción del consumo y de la actividad, un enfriamiento que el Gobierno nacional utiliza como ancla para sostener la baja de la inflación. Frente a ese panorama, reivindicó la capacidad de adaptación del Estado pampeano, al que definió como “austero y dinámico”, pero volvió a poner el acento en la necesidad de sostener la inversión pública. “En La Pampa, cuanto menos inversión pública haya, menos actividad económica habrá”, subrayó.
Consultado por la prensa sobre la reforma laboral que impulsa la administración nacional, el gobernador sostuvo que “no hay que tenerle miedo a la palabra reforma”, aunque remarcó que el debate central debe ser “para qué y para beneficiar a quiénes”. En ese marco, señaló que ninguna teoría económica demuestra que la legislación laboral sea la generadora de empleo registrado, sino que es la economía la que crea trabajo. Como ejemplo, recordó que entre 2019 y 2023 La Pampa creció en 6.000 puestos de trabajo, casi un 20%, como resultado de un programa económico orientado a la industria nacional y al agregado de valor.
Ziliotto también advirtió que, dentro del debate presupuestario nacional, se esconde una reforma impositiva que reduciría los ingresos del Estado en 3,1 billones de pesos, de los cuales 1,7 billones impactarían en el conjunto de las provincias. Según afirmó, ese recorte no beneficia ni a trabajadores ni a pymes, sino a un grupo reducido de grandes empresas, lo que vuelve imprescindible discutir el sentido y los destinatarios de cualquier reforma.
En relación con el Presupuesto nacional, el gobernador destacó que la no incorporación de un capítulo que afectaba a sectores sensibles fue clave para “beneficiar a muchísima gente”, entre ellos personas con discapacidad y la universidad pública, incluida la Universidad Nacional de La Pampa. También cuestionó la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y denunció una falta de federalismo por parte del Gobierno nacional, al señalar que existen más de un billón de pesos sin repartir, pese a que la Constitución Nacional establece que esos fondos pertenecen a las provincias.
Sobre los 62.500 millones de pesos que recibirá La Pampa por deuda previsional, Ziliotto explicó que se trata de una transferencia provisoria en el marco de auditorías acordadas con Nación y en la Corte Suprema de Justicia, y precisó que esos recursos tendrán destinos específicos: sostener los sistemas de salud y educación, afrontar aumentos salariales y garantizar el pago de haberes jubilatorios.
Finalmente, al ser consultado por el escenario político y las elecciones de 2027, el gobernador fue contundente: “Si el Peronismo quiere seguir gobernando en 2027, tiene que estar unido”. Señaló que la unidad no implica obediencia sino compartir un proyecto de provincia y advirtió que, sin consensos, deberán garantizarse procesos internos de selección de candidaturas. “El objetivo es claro: solo vamos a cumplirlo estando unidos”, concluyó.