Soja: ROSARIO
$320.000 0.95%
Maíz: ROSARIO
$209.000 -0.33%
Trigo: ROSARIO
$235.800 0.43%
n la Argentina, tierra de malbec por excelencia, también existen otras cepas que se comercializan en el mercado doméstico, de alta calidad enológica y con mucho potencial de crecimiento que vale la pena explorar. Los especialistas más reconocidos comparten las características de estos “nuevos vinos” y develan su misterio.
Para el enólogo, el Petit Verdot es una cepa muy versátil, utilizada tanto para vinos de corte como en blends. Sumamente aromática, tiene una gran complejidad, además de los taninos que aporta.
Mouvedre y Raboso también son uvas con mucho potencial, que se pueden utilizar para vinos de guarda. “Gewürztraminer es una variedad difícil de trabajar en términos técnicos, pero si se hace correctamente puede dar vinos blancos muy elegantes”, explica Azin.
Braga recomienda tres cepas: Criollas, Sangiovese y Riesling. Las Criollas son una familia de variedades autóctonas y de grano muy gordo, que otorgan vinos tintos de color liviano y fáciles de beber.
El Sangiovese escasea en la Argentina. La mayoría de ellos son etiquetas nuevas de alta gama. Suelen ser tintos ligeros, sumamente perfumados y a los que les sienta de maravillas el paso del tiempo.
Algo similar sucede con la Riesling, una de las uvas blancas más famosas del mundo. En nuestro país, son casi incipientes las etiquetas monovarietales. “Con el descubrimiento de nuevas regiones en la Patagonia, cada vez más al sur, una recomendación que no puedo dejar de hacerles es la búsqueda de algún Riesling de Chubut, una nueva dimensión de los blancos nacionales, sumamente ácidos y aromáticos”, sugiere el sommelier.
El encargado de enología de la bodega recomienda: Ancellotta, una variedad rara proveniente de Italia, con un gran potencial, buenos rindes, muy buen color y muy buena estructura; Marselan, un corte natural de Cabernet Sauvignon y Grenache que aporta mucha frutosidad a los cortes; y la poca tradicional Semillón. “Está viviendo un resurgimiento, me encanta la paleta aromática que posee dependiendo el punto de cosecha que va desde cítricos, pasando por pera, hasta los aromas melosos”, destaca Rabino.
La enóloga resalta al Cabernet Franc y al Petit Verdot. “Son vinos amables, con frescura, pero sin perder la tipicidad varietal”, indica. Se trata de dos variedades poco comunes en el mercado y generalmente utilizadas para cortes o vinos de guarda.
