Nicolás Gennaro: "El consumidor demanda alimentos de calidad y que le hagan mejor a su organismo"

Nicolás Gennaro, Business Development & Strategy Manager de Syngenta, contó en el congreso “Argentina, Supermercado del Mundo” cómo hace la empresa para desarrollar proyectos que le agreguen valor a la cadena productiva, haciendo especial hincapié en el proyecto de Trigo Calidad Syngenta.

En ese sentido, explicó que surgió en el año 2004 con el propósito de conectar a los productores de trigo del país que buscan “una calidad diferenciadora y un cliente que esté dispuesto a pagar por ese diferencial”.

Según Gennaro, los últimos años han sido complicados para el cultivo de trigo en la Argentina. Sin embargo, las condiciones mejoraron notablemente en 2016. “Hemos logrado juntar unas 350.000 toneladas de Trigo Calidad Syngenta”, afirmó.

En la misma línea, el ejecutivo señaló que el proyecto busca diferenciar la calidad de trigo, de modo tal que ya no sea un commodity, sino que sea un specialty, es decir un producto especializado que “le dé al productor la posibilidad de tener un destino cierto para su producción”. Al respecto, remarcó que el productor, al comenzar la campaña, muchas veces no sabe cómo va a terminar comercializando ese grano de trigo que obtiene, ya que “no es un mercado de condiciones tan perfectas o fluidas como el de la soja”. Por eso, Gennaro insistió en la importancia de “ofrecerle al productor la posibilidad de tener un mecanismo de comercialización seguro”.

Asimismo, indicó que se le debe proveer al productor “prácticas sustentables para lograr un producto de mejor calidad, siendo responsables con el medio ambiente y que atienda las nuevas demandas del consumidor”. En este punto, subrayó que “el consumidor cada vez es más exigente al momento de entender qué es lo que se está poniendo en su mesa”.

En ese aspecto, Gennaro sostuvo que hace sesenta años el principal factor que tenía que tener en cuenta el productor de trigo era el rendimiento que iba a obtener del lote, por lo que todas las decisiones iban en pos de ese propósito. Luego, con el paso de los años, fue la industria la que comenzó a “exigir características de trigo que favorecían su proceso productivo”, afirmó. “Hoy, es el consumidor el que demanda alimentos de calidad, con sanidad y que le hagan cada vez mejor a su organismo”, agregó. De esta manera, toda la cadena productiva se ve obligada a modificar su conducta para satisfacer la demanda del consumidor.

Gennaro explicó que cuando hablan de Trigo Calidad Syngenta se refieren a dos tipos de categorías: por un lado, las reológicas, que son aquellas que “hacen a la capacidad de producción que ese trigo va a tener en el molino. Tiene que ver con, por ejemplo, que tengan un mayor nivel de gluten o de proteínas”; y, por otro lado, están aquellas relacionadas con la seguridad alimentaria, es decir, “un trigo sin enfermedades, libre de insectos, y que sea producido de forma sustentable”. Esta última es la demandada por el consumidor. “Cuando un productor puede obtener un trigo que combina estas dos características, el mercado puede estar dispuesto a pagar entre US$20 y US$25 más por cada tonelada”, aseveró.

“De toda la producción de trigo en la Argentina, sólo el 15% logra ese diferencial”, advirtió el ejecutivo. Por eso, el ejecutivo detalló que Syngenta armó un protocolo que combina un tratamiento de semillas, el cual las protege de hongos e insectos, con herbicidas –encargados de eliminar las malezas para que la planta de trigo pueda absorber lo más posible los nutrientes del suelo- y, por último, con fungicidas, los cuales van a mantener al trigo libre de enfermedades. De esta manera, indicó que “lo que hace Syngenta es darle al productor la posibilidad de aumentar considerablemente tanto el rendimiento como la calidad del producto final”, con lo cual “ese 15% se puede llegar hasta a duplicar”. Y agregó: “A pesar de hacer una inversión más alta en insumos, va a obtener un producto que va a poder comercializar con un precio mayor”.

Por último, Gennaro se refirió a las etapas por las que debe atravesar un productor para lograr un trigo de calidad. En primer lugar, tiene que seguir el mencionado protocolo al pie de la letra. Luego, es necesario realizar un control de calidad. En este punto, el ejecutivo subrayó la importancia de efectuar este muestreo, ya que tener “conservar en el tiempo una proyección segura y confiable en el comercio internacional es clave para mantener la credibilidad de la Argentina como país productor e importador, ya no de commodities, sino de un producto específico”. Por último, está la etapa de clasificación, que es lo que va a permitir que “el comprador tenga la garantía de que lo que está adquiriendo realmente tiene la calidad otorgada”.

“Todo el cultivo que termina en un plato de comida para un consumidor, tiene que tener mecanismos diferenciales desde el momento en que se produce”, concluyó Gennaro.