Dos jóvenes tucumanos inventaron un ladrillo ecológico encastrable que permite disminuir hasta en un 40% el costo de construcción de una vivienda, a partir del uso de las cenizas de los ingenios azucareros.
De esa forma, los emprendedores Máximo de la Torre y Julio Marcos Robles buscan brindar una solución que impacta desde un punto de vista ambiental, económico y social, ya que con estos ladrillos se puede construir viviendas sociales a bajo costo y reutilizar los desechos industriales. Respecto a esto último, de la Torre expresó que “las cenizas quedan depositadas en un galpón o se las tiran en ríos, acequias o campos. No tienen ningún tratamiento”.
Pero los ladrillos ecológicos no solo son más económicos que los convencionales, sino que también son cuatro veces más resistentes y aislantes de humedad. “Nuestro sistema alternativo elimina los escombros porque al ser ladrillos encastrables no necesitan la mezcla tradicional. Eso permite también disminuir el tiempo de obra y los costos”, explicó.
Para la construcción de las viviendas, que pueden ser de hasta dos pisos, se utiliza como sellador una fusión de cenizas y otros cuatro componentes –entre los que se cuenta el cemento–, la cual será incorporada en pequeñas cantidades.
El primer paso del proceso de creación del ladrillo consiste en la recolección de cenizas, entreverándolas con los otros cuatro elementos. Al agregarle agua a esa mezcla, se generará la reacción química necesaria para la confección del material.
A continuación, se coloca el material en un molde especial que se halla en una prensa hidráulica. Mediante ese prensado, se logra obtener bloques del mismo tamaño y de gran resistencia. Finalmente, se deja reposar en un depósito durante veinticuatro horas para obtener un secado adecuado sin tener que apelar al horneado.
La iniciativa superó la primera fase de prototipo. En febrero, los emprendedores lograron acceder al Fondo Semilla, un financiamiento brindado por el Ministerio de la Producción de la Nación para la fundación de pymes con gran impacto social. En el actual período de la zafra se concretará la fase comercial, con lo cual se obtendrá la patente del invento y las grandes maquinarias al mismo tiempo que llegará la totalidad del préstamo.