a Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (BCP) destaca que las escasas precipitaciones durante el verano ocasionaron una aceleración en el desarrollo de los cultivos de cosecha gruesa, permitiendo liberar los lotes de manera anticipada y lograr un buen barbecho de cara a la nueva campaña fina.
"Los pronósticos de precipitaciones al primero de mayo posibilitarían un recarga hídrica de los perfiles", comentan.
Además, en cuanto a los principales insumos directamente relacionados a la producción, se registran disminuciones de hasta el 17% (fertilizantes) en sus precios en dólares.
Se genera así "una situación favorable para la producción de cereales invernales" en la zona de influencia de la BCP. Durante las últimas semanas el área de Estimaciones Agrícolas relevó las primeras intenciones de siembra fina resultando en un mantenimiento del área de fina total.
"Debido al escenario climático y de precios favorables, es de esperarse un leve aumento del área sembrada con trigo en detrimento del principal competidor regional, la cebada".
El hecho es que el escenario actual de la pandemia cambia las prioridades a nivel global aumentando la demanda de harinas como alimento básico, en contrapartida de la cebada con destino a malteria.
Próximos a iniciar la campaña de fina, el indicador económico más utilizado para determinar la decisión de fertilizar es la relación insumo-producto, que representa la cantidad de trigo necesaria para adquirir una unidad de fertilizante.
El margen bruto en esta campaña es mayor comparado al ciclo pasado, la notoria disminución de los costos de los insumos en compensarían la leve caída de los precios de los cereales.
Desde la BCP detallan que el margen bruto de ambos cultivos analizados en campo propio es positivo en todas las zonas. Sin embargo, el resultado de los dos cereales con arrendamiento es negativo en la región: "En las zonas norte y centro el costo de alquiler podría atenuarse con la incorporación de un cultivo de segunda a la rotación".
Agrofy News