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En 1976 el grupo Cabezas Bencich se interesa por la información de FAO y la producción de Búfalos como una alternativa de producción.
Enrique Bencich fue un primer impulsor del desarrollo del Búfalo en Argentina, investigamos la producción de Búfalos en el mundo.
En 1982 organizamos la información recopilada en 6 libros con 2 ediciones en Brasil, llamados “Producción de búfalos”. El último libro lo editó INTA y se denomina “El búfalo doméstico”.
El origen del Búfalo en Argentina se basa básicamente en importaciones desde Brasil, Murra y Jafarabadi, en raza Mediterranea se ha importado desde Italia, en tanto que desde Paraguay hemos importado genética Murra que originariamente era de la India.
Murra y Jafarabadi, son originarias de India, en tanto Mediterránea se originó en las costas del Mar Mediterráneo, pero desciende de la raza Surti de India también, traída por Alejandro Magno 300 Años antes de Cristo, como animal de carga para apoyo logístico de los pertrechos que transportaban. Luego con las invasiones de los árabes llegan a Egipto a las orillas del Rio Nilo.
En Argentina en forma oficial el stock es de 120.000 cabezas de búfalos, aunque seguramente hay unas 200.000 cabezas de stock. Es un gran crecimiento comparado que en 1976 había 3000 cabezas.
La gran mayoría son rodeos comerciales sin razas definidas (60%), de las 19 razas bubalinas que hay en el mundo a Argentina sólo ingresaron las tres razas que mencionadas.
Jafarabadi, raza de gran tamaño, no se adaptó adecuadamente por sus altos requerimientos y gran tamaño. En general se ha optado por la Murra y la Mediterránea como alternativas que se comportan mejor.
Los rodeos de razas definidas (40 % de la población), el 70% es de raza mediterránea, el resto es de raza murra.
En el resto del país hay rodeos más chicos entre 400 y 500 madres que están en el Norte de Santa Fe, Santiago del Estero. El mayor crecimiento se viene dando en Corrientes debido a las inundaciones que ha provocado el Cambio Climático.
Las principales diferencias productivas en campos naturales con respecto a bovinos del género Bos, es que el búfalo tiene un 20 % más de parición en igualdad de condiciones.
En cuanto a las ganancias de peso en estas condiciones, son un 60 % a la obtenida por los
terneros por razones muy concretas la boca es más ancha y la rumia en tiempo es un 35 % más que los bovinos del género Bos, además la población ruminal es 250 % superior a la de los vacunos, esto hace que el rumen funcione más eficazmente con dietas de pasturas de baja calidad.
La longevidad es otra característica que los diferencia de los vacunos, pueden vivir 30 años o más, reproductivamente activas las hembras hasta los 22 a 24 años.
La calidad de producto es muy variada, esto es una gran dificultad. Manejos con restricciones severas que afectan el producto final, en condiciones normales el producto cárnico obtenido faenando entre 22 y 27 meses de edad, se obtiene un producto tierno, sin marmóreo, magro, que tiene un 40 % menos de coresterol comparando con carne vacuna, mayor contenido de hierro por encima de la carne equina, características de importancia para consumidores de alto riesgo, o en edades tempranas o avanzadas de la vida del ser humano.
En cuanto al crecimiento la población de búfalos ha crecido al 12 % anual, no hay programas de incentivo para el desarrollo de una población mayor que podría llegar a los 2 millones de cabezas en Argentina.
El productor no se tienta con la cría de búfalos, el negocio no es claro, tampoco el mercado está desarrollado, por ahora sólo se tiene como un negocio de nicho particular, no hay consumo masivo de carne de búfalo, diferenciada como tal.
Se necesita una gran inversión en desarrollo de producto, en información al cliente y desarrollar un mercado transparente.
Se exporta a Chile, Alemania y Europa, con cantidades muy bajas: entre 40 y 80 toneladas anuales.
Ganados y Carnes
