a rúcula es originaria del Mediterráneo pero encontró en Mendoza tierra fértil y cuando llega el calor es muy económica: le da un toque especial a cualquier ensalada, sandwich y hasta pizzas.
Conocida también como oruga, ruqueta, arúgula y jaramago, sus hojas contienen glucosinolato, una sustancia que ayuda a inhibir el crecimiento de algunas clases de células cancerígenas; vitamina A para la piel, antioxidantes, ácido fólico y vitamina B.
Como otras plantas verdes, es rica en vitamina K, lo que favorece la salud cardiovascular y provee calcio necesario para los huesos. Además aporta la vitamina C necesaria para mantener las defensas altas.
Clásica de la llamada “dieta mediterránea”, calificada como la más sana y sabrosa del mundo, tiene múltiples recetas.
Por su sabor amargo, es deliciosa mezclada con semillas, trocitos de mango y hasta naranja. También se puede comer caliente. Acá te dejamos algunas preparaciones:
Ingredientes:
2 atados de rúcula.
4 tomates de buena calidad.
1 trozo de mozzarella.
Olivas o aceitunas negras, a gusto.
Buen chorro de aceite de oliva.
Pizca de sal.
Pizca de albahaca.
Mezcla todo en un bol y listo.
Ingredientes:
1 atado rúcula grande lavado y escurrido.
Ajo a gusto.
Girasol y oliva.
Puñado a gusto de nueces y almendras picadas.
Picá todo muy finito y mezclalo. Reservalo en un frasco en heladera.
Se puede conservar en la heladera y servir con pasta fría.
Ingredientes:
Harina pre mezcla para pizza.
Queso muzarella.
Salsa de tomate.
1 paquetito Rúcula.
100 gramos de jamón crudo.
Chorrito de aceite de oliva
En esta receta podés preparar la pizza o comprar una prepizza. Es muy sencilla. Se pone a calentar primero sola con el tomate, luego con el queso y al final se le agregan las hojas de rúcula y el jamón.
Cebolla, 2 medianas.
Rúcula, 2 paquetes.
Panceta ahumada, 200 gramos.
Queso parmesano, 1 taza.
Queso fresco, 100 gramos.
Huevos, 2.
Avena ultrafina, 3 cucharadas soperas.
Semillas de sésamo, 1 cucharada sopera.
Sal.
En una sartén bien caliente dorar la panceta para que quede crocante. Hace lo mismo con el ajo y las cebollas. Cuando esté todo listo agregar la rúcula, saltear unos minutos con los otros ingredientes y reservar.
Cuando la mezcla esté tibia, poner los huevos, el queso y echar el relleno en la masa de tarta. Espolvorear con la avena. Agregar parmesano y sésamo por encima.
Cocinar en horno caliente durante media hora.