Huerta Los Tres Hermanos: una historia de trabajo y superación familiar

atalia Gigena (30) y su esposo Julián Cerdan (29) viven junto a sus tres hijos -Thiago (12), Lautaro (9), Julian (6)- desde hace tres años, en el Distrito Pajonal, ubicado a 30 kilómetros de la ciudad de Victoria.  Para llegar a su hogar, se deben transitar 21 km de ruta y 9 km de camino rural; y aunque parezca complicado, el lugar resulta estratégico para la comercialización de sus productos (hortícolas y de granja), ya que es un camino rural muy transitado por propietarios y empleados rurales. 

En diálogo con ellos nos cuentan que, al principio, insertarse laboralmente en la zona no fue fácil, ya que nadie los conocía. Pero los vecinos del lugar les dieron una oportunidad, confiando en ellos, y los empezaron a llamar para trabajar en sus hogares. 

Después de un año de vivir en el Distrito Pajonal, se acercaron a la Agencia de Extensión Rural del INTA Victoria con la intención de recibir asistencia técnica que les permitiera comenzar con su tan anhelado proyecto. Junto a dicho equipo dieron los primeros pasos en la huerta. Tiempo después se reunieron con Sabrina, promotora facilitadora del programa ProHuerta, con quien también compartieron sus ideas, y con su apoyo, el de la AER del INTA Victoria, el programa Prohuerta (MDS/INTA) y el Municipio de la ciudad de Victoria, en un largo proceso de trabajo en conjunto, lograron concretar la huerta comercial y su granja, emprendimiento que, sin dudas, más tarde daría sus frutos para mejorar la economía familiar.   

Muy entusiasmada con el emprendimiento, y con el empuje y apoyo de su familia, Natalia participó del programa “INTENTA”, llevado a cabo por la AER del INTA VICTORIA y la “Fundación Sembrando Victoria”, el cual brinda capacitaciones intensivas sobre cómo realizar una huerta comercial y llevar adelante una granja. Una vez finalizado el curso, comienza a encontrarse con otros productores y productoras de la zona y, más tarde, pasa a formar parte del Grupo de Abastecimiento Local –GAL- San Isidro Labrador, espacio donde continúa aprendiendo con otros. Hoy, es una integrante muy activa, y comparte desinteresadamente los saberes adquiridos a partir de su propia experiencia. Natalia, Julián y la familia que juntos han construido, son un ejemplo de trabajo y superación.