odavía es una producción incipiente: se realiza principalmente en el litoral del noreste del país y en Santiago del Estero, y ha comenzado a practicarse en algunos campos de Córdoba, zona en la que, según especialistas, tiene gran potencial.
Además, hay mercado para atender: su carne es más sana que la bovina y es un mito que es más dura. José María Roca, gerente del frigorífico Logros, único habilitado en Córdoba para faena bubalina, es además productor de esta especie en Santiago del Estero y encabezó un panel destinado a hablar sobre el potencial de este tipo de ganado, junto a Marco Zava, integrante de la Asociación Argentina de Criadores de Búfalos.
En su disertación, Fava aseguró que "el búfalo puede transformar al norte ganadero en una segunda pampa húmeda".
Entre otros aspectos, comparó que en ocho meses puede destetarse un animal de 240 kilos, que luego puede llegar a 500 kilos en sólo un año y medio; es decir, "se termina mucho antes que un novillo".
Roca amplió que el diferencial del búfalo es su aptitud para la cría en campos marginales, desde los salitrosos hasta los susceptibles a anegamientos, o en los pies de sierra.
"La aptitud del búfalo es tremenda; por ejemplo, para producir en los campos bajos que siempre se inundan, y que ofrezcan celulosa y lignina. Pero también tenemos experiencia en Santiago del Estero de cómo, en plena seca, los búfalos ramoneaban y estaban en mejor estado que los bovinos. Además es una cría muy tranquila, que necesita poca mano de obra, el manejo es sencillo", puntualizó Roca.
Además, Roca desmitificó algunos preconceptos que existen sobre la carne de búfalo. "Es un mito que es más dura que la de vaca, tienen la misma calidad. Y hay mucho mercado, a nivel internacional, porque es más sana: no tiene grasa intermuscular, como sí tienen los bovinos, sino sólo una grasa de cobertura, muy blanca, lo que otorga una ventaja comparativa importante", mencionó.
Hay un dato elocuente al respecto: Argentina tiene una cuota Hilton autorizada por la Unión Europea de 200 toneladas de cortes bubalinos anuales, y lo máximo que se ha llegado a exportar son 45.
"Hay una serie de oportunidades que debemos aprovechar. Nuestro frigorífico está en condiciones de colocar la producción y la facilidad de los mercados está. Hay campos, muchísimas hectáreas en las que no producimos nada, y podemos hacerlo. Hay que trabajar también para llegar a las góndolas; si no vamos ahí, no tenemos clientes", concluyó Roca.
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