Hábitos para estar cada día más cerca del éxito

No existe una fórmula mágica para el éxito. Nadie puede asegurarte que el camino no esté lleno de obstáculos; de hecho, seguro tropezarás una y otra vez, pero si en vez de resignarte lográs tomar esas caídas como fuente de aprendizaje, estarás cada vez más cerca de alcanzar tus metas.

Sin embargo, aunque no hay una receta, seguir los siguientes hábitos te puede ayudar:

- Visualizá el éxito. Aunque parezcan sinónimos, no es lo mismo tener un sueño que soñar. Si no te imaginás logrando tus metas y propósitos, posiblemente nunca los concretes. Lo primero que hay que hacer si se desea alcanzar el éxito es visualizarlo.

- Planificá. Es necesario que tengas en claro los horarios de las reuniones, sean diarias o semanales, y los deadlines –fechas límite– de cada uno de tus proyectos. Si no te resulta cómodo el papel, hay muchas herramientas digitales que te permiten tener tu agenda siempre al día; por ejemplo, una gratuita y simple es Google Calendar.  

- Delegá. Debés entender que esto no solo implica dividir las tareas entre los diferentes miembros del equipo, sino también asumir la responsabilidad de controlar que cada una de ellas se cumpla en tiempo y forma.

- Juntate con gente que te inspire. Es importante que huyas de las personas tóxicas que solo buscan problemas o excusas para no cumplir a tiempo con su trabajo y, en el peor de los casos, dificultan el tuyo. Aunque no lo creas, si estás bien rodeado te resultará más sencillo alcanzar tus objetivos. 

- No seas competitivo. El único rival sos vos. No tenés que compararte con otros colegas: es tu éxito, de tu compañía y de tu equipo. Tu principal propósito tiene que ser superarte día a día, sortear cualquier obstáculo y crecer junto a tu empresa.

- Aprendé a desconectarte. No hay nada mejor que poder trabajar de lo que uno ama. Sin embargo, si no aprendés a desconectar tu mente, terminarás siendo esclavo de tu compañía y, aunque capaz te resulte difícil creerlo, esto te alejará cada vez más de tus sueños. No importa si preferís pasar el rato tomando algo con amigos, disfrutando de una película en tu casa o con tu familia; lo importante es que encuentres tu propia vía de escape, no solo porque tu cerebro lo necesita, sino porque también la inspiración suele llegar en el lugar y el momento menos esperado.