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l inmenso Jardín Botánico de Río de Janeiro, situado en los alrededores de la ciudad brasileña del mismo nombre, fue inaugurado por Juan VI. Cuenta con 83 hectáreas de bosques y 54 hectáreas de zonas cultivadas. El jardín muestra más de 40 mil plantas y unas 6.725 especies diferentes. Se trata de una de las mayores colecciones de plantas del mundo.
De acuerdo con su sitio web, su misión es “promover, conducir y difundir la investigación científica con énfasis en la flora, con el objetivo de lograr la conservación y valoración de la biodiversidad, así como de realizar actividades que promuevan la integración de la ciencia, la educación, la cultura y naturaleza”.
Para cumplirla, el jardín estudia, investiga, mantiene colecciones científicas, difunde y educa para la conservación de la biodiversidad. De esta manera, las plantas están protegidas fuera de su hábitat y, en caso de destrucción del medio ambiente donde se encuentran, existe información y material genético que permite restaurar el medio ambiente original.
El jardín fue declarado miembro de la Reserva de Biósfera del Bosque Atlántico (RBMA) por la UNESCO, por estar contenido dentro del perímetro de la Reserva y por desarrollar acciones estipuladas dentro de las funciones de la RBMA: la protección de la biodiversidad, el desarrollo sostenible y el conocimiento científico, sirviendo así como un instrumento para la implantación y difusión de los conceptos y principios de la Reserva.
El Jardín Botánico de Río de Janeiro fue fundado en 1808. Surgió de una decisión del entonces príncipe regente portugués D. João de instalar una fábrica de pólvora y un jardín para aclimatar especies de plantas originarias de otras partes del mundo. Hoy, el Instituto de Investigación Jardín Botánico de Río de Janeiro es un organismo federal vinculado al Ministerio del Medio Ambiente de Brasil y constituye uno de los centros de investigación más importantes del mundo en las áreas de conservación de la botánica y la biodiversidad.
El Jardín Botánico está adyacente al Parque Nacional Tijuca, con una gran área de bosque preservado. Este vecindario permite el acceso a varias especies de animales que usan el jardín de forma natural.
El Centro de Fauna del Jardín Botánico actúa en varios frentes para la protección, investigación y preservación de estos animales. El sector es responsable de identificar a los animales, realizar investigaciones sobre ecología y comportamiento de los mismos, y asesorar a los visitantes y empleados sobre cómo relacionarse mejor con ellos para no dañarlos.
- Biológica: las colecciones del Jardín Botánico de Río de Janeiro se desarrollan en varias acciones. Los investigadores de la institución viajan al medio natural para recolectar muestras de plantas. También se recolectan frutas, semillas y hojas que, colocadas en bolsas que contienen sílice, son procesadas por el equipo del laboratorio de ADN. Cuando es posible, también se llevan muestras de madera a la Xiloteca. En el laboratorio de semillas, éstas se almacenan en cámaras de refrigeración, se procesan y estudian. En cuanto a la colección entomológica, su objetivo principal es preservar insectos adultos y también inmaduros recolectados de plantas Arboretum.
- Bibliográfica: la colección de la Biblioteca Barbosa Rodrigues consta de 109 mil volúmenes que incluyen libros especializados, obras de referencia, disertaciones, tesis, publicaciones periódicas y una colección de cuatro mil volúmenes de obras raras.
La biblioteca intercambia con más de 650 instituciones nacionales y extranjeras, y también recopila, selecciona y organiza una colección específica de jardines botánicos nacionales y extranjeros.
- Museóloga: la colección fotográfica con aproximadamente 12,000 imágenes está compuesta de documentos que registran diferentes períodos y aspectos del Jardín Botánico, constituyendo fuentes de información sobre su historia.
La colección fotográfica abarca un período de más de 100 años, con registros de momentos relevantes en la historia de la institución, así como de expediciones brasileñas y extranjeras realizadas en territorio brasileño. Son documentos importantes que apoyan la construcción de conocimiento sobre la biodiversidad del país.
