¿Cómo cosechar soja y maíz húmedo?

Detallan las recomendaciones necesarias para cosechar soja y maíz con mayor porcentaje de humedad ante las agresiones producidas por la sequía

¿Cómo cosechar soja y maíz húmedo?
lunes 02 de diciembre de 2019

Según un relevamiento de pérdidas de cosecha, en maíces de primera el promedio es de 184 kg/ha, mientras que en maíces de segunda es de 243 kg/ha; es decir que, por la espera del secado a campo, queda mucho grano tirado, fundamentalmente debido al desgrane por el voleo de espiga y porque el tallo es muy susceptible.

Por ello, cosechar maíz húmedo es una alternativa interesante, ya que se puede trabajar con el 18% de humedad y la planta de secado no tiene que hacer mucho. Además, permite entrar con la máquina antes de que la planta esté muy susceptible, disminuyendo mucho las pérdidas por cosecha.

La cosecha de maíz se divide en tres: menos de 15% de humedad (la cosecha tradicional con secado a campo); húmedo, entre 15% y 20% de humedad; y muy húmedo, entre 20 y 25%.

En lo que se refiere al rendimiento de la cosechadora, su capacidad de trabajo suele disminuir del 10% al 15% con más de 15% de humedad, y se reduce un 20% con más de 20% de humedad. El otro punto fundamental a considerar es que el consumo de combustible de la cosechadora se incrementa en un 10%.

En el maíz húmedo cuesta desprender un poco más la espiga de la planta, por lo que hay que ser mucho más cuidadosos con la regulación de las chapas o placas espigadoras, debido a que hará un trabajo mayor con respecto a la cosecha seca.

En maíz seco, con una máquina de clase seis o siete con un cabezal de 14 o 16 surcos, se trabaja una velocidad de 7-8 km/h. En cambio, en maíz húmedo se debe bajar a 5,5 o 6 km/h. Muchas veces se baja la velocidad de avance sin tomar en cuenta que el cabezal queda configurado para una velocidad mayor. Por ello, es importante que la velocidad de avance esté sincronizada con las velocidades del cabezal, los rolos y las cadenas. En las máquinas modernas se hace desde el variador que tiene el joystick en la cabina, mientras que en las más antiguas se cambia uno de los engranajes en los laterales.

En una máquina convencional, la recomendación básica es que el cilindro esté forrado para cosechar maíz. En el cultivo húmedo hay que revisar el desgaste de las barras batidoras y no utilizar las que estén en mal estado porque traerá muchas dificultades; en cosecha de maíz seco, a la entrada del cilindro se deja una separación que equivale al 80% del diámetro de la espiga que vamos a cosechar y a la salida un 50%. El espacio entre cilindro y cóncavo a la entrada debe ser del 60% del diámetro de la espiga y a la salida del 30%. Siempre se recomienda hacer esa regulación básica y luego incrementar o disminuir las rpm del cilindro.

Las máquinas axiales fueron desarrolladas en Estados Unidos en 1977 para la cosecha de maíz húmedo, que se utiliza mucho en ese país. Dicha maquinaria hace que sea fácil la cosecha de maíz húmedo con la configuración original. La recomendación básica es utilizar los cóncavos de cosecha gruesa originales con barrotes redondos. Si la máquina tiene tres cóncavos, se puede usar el primer cóncavo de trilla original y en los otros utilizar los de barrotes redondos porque tiene mayor capacidad de colado y no son tan agresivos.

El principal problema en el maíz húmedo es que una vez que se separan los granos de la espiga, se rompe el marlo y genera problemas en la separación y limpieza de la cosecha, provocando muchas pérdidas. Es importante tener buena capacidad de colado y no ser agresivo de más en la trilla para no romper esos marlos.

 

Soja

Las campañas de soja presentan normalidad en grandes áreas del país, siempre y cuando se tengan los cuidados remarcados por el INTA al momento de realizarse la cosecha, para lograr una operación eficiente con mínimas pérdidas, las cuales en los últimos años han representado hasta el 22% del margen neto en campos arrendados. Sin embargo, a muchos productores les toca enfrentar esta campaña con condiciones climáticas secas.

De acuerdo con el proyecto de eficiencia de cosecha, las recomendaciones en la regulación de la cosechadora deben mantenerse dentro de los rangos difundidos por el INTA, pero frente a las actuales posibilidades de menores rindes en aquellos establecimientos que han sufrido sequía, será necesario reforzar los cuidados del productor; tanto si posee su propia cosechadora o contrata el servicio, maximizando la eficiencia de la operación para lograr aportar a la mayor rentabilidad en el cultivo.

Inicialmente, se deberá prestar atención a la evolución de la maduración del cultivo. Se aconseja comenzar a recolectar los primeros lotes con 16% de humedad, ya que, de esa manera, se tendrá la posibilidad de elegir a los contratistas, disminuir las pérdidas naturales del cultivo y la susceptibilidad del desgrane en el cabezal.

Respecto de dicha susceptibilidad, es crucial el mantenimiento del cabezal de corte, especialmente puntones y cuchillas, dado que en él se producen el 70% de las pérdidas totales de la cosechadora.

También en dicho cabezal, y en condiciones de bajo porte de las plantas, será muy importante atender el buen estado de mantenimiento de las púas plásticas de molinete para mejorar su captación en general, particularmente cuando el porte de las sojas de segunda sea menor a 40 cm. En dichas condiciones, será necesario adicionar sectores de lonas engomadas, con disposición helicoidal en todo el ancho de captación de dicho molinete.

En cuanto a la sequía, también será probable encontrar cultivos que, por circunstancias de sequía, se manifiesten con bajo porte y puedan producir la fijación de vainas a pocos centímetros del piso, lo cual va a exigir un buen mantenimiento de todos los elementos que componen el sistema flexible de corte, sus articulaciones y puesta a punto de los sensores. En estos casos, será una condición preponderante el especial mantenimiento del cabezal en su conjunto, la atención sobre el ajuste de las regulaciones y la puesta a punto de la velocidad de avance, con la velocidad de giro del molinete.

Respecto de la trilla, se deberá observar el buen estado de los batidores en las cosechadoras con cilindro convencional o el de las muelas en las axiales. El excesivo desgaste, así como el aporte de material duro sobre ellas, producirá el mismo efecto: falta de trilla, lo que llevará a que el conductor de la cosechadora tienda a cerrar los cóncavos y aumentar las revoluciones por minuto del cilindro; como consecuencia de ello, se producirá una excesiva molienda del material trillado, aumentando la carga en el sistema de separación y limpieza, y produciendo un incremento en la pérdida de granos y en la suciedad de la tolva.

Debido a las condiciones de sequía, el tamaño del grano de soja puede ser más pequeño que en condiciones normales (dependiendo del cultivar). Esta situación determinaría la necesidad de atender posibles aumentos de pérdidas por zaranda, necesitándose ajustes en la ventilación para evitar su voladura y aumento de retorno a cilindro.



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