Desde hace casi veinte años, el Programa Nacional de Frutales desarrollado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) San Pedro en el norte de la provincia de Buenos Aires, viene logrando importantes avances en relación al cultivo de duraznos. El grupo de investigadores de la entidad lleva inscriptas más de treinta variedades del fruto en del Registro Nacional de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas (Inase), bautizadas con nombres de mujeres, comunidades aborígenes, aves y ríos.
Estas especies generan grandes expectativas de cara a lo que viene, ya que amplían la oferta varietal adaptada a las necesidades ambientales y productivas de la región. Además, poseen características organolépticas atractivas para los consumidores.
Las cuatro familias son:
- Serie FlaDix (Flavorcrest x Dixiland).
- Serie DixFla (cruzamiento inverso anterior).
- Serie GiSB (Ginart x SB 40-30).
- Serie DS (Dixiland x Summerprince).
Las variedades de FlaDix fueron nombradas Alfonsina INTA, Mercedes INTA, Felicitas INTA y Rosalinda INTA; las de Dix Fla, Charrúa INTA, Diaguita INTA, Guaraní INTA, Huarpe INTA, Mocoví INTA, Ona INTA, Tehuelche INTA, Toba INTA y Wichi INTA; en tanto que las de GiSB se llamaron, Chacarera INTA, Chamamé INTA, Cuenca INTA, Milonga INTA, Tango INTA, Zamba INTA y Nicolás INTA. Por último, las DS, se denominaron Biguá INTA, Hornero INTA y Zorzal INTA.
A su vez, los cultivares obtenidos por polinizaciones abiertas fueron Paraná INTA, Pilcomayo INTA e Iguazú INTA. Durante las actividades ligadas con el programa, se dispuso de información generada a partir de trabajos realizados junto con el Centro de Estudios Bioquímicos y Fotosintéticos de Rosario.
El proyecto contó con la participación de estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias de Rosario, a través de un acuerdo de cooperación entre su Cátedra de Fruticultura y Área de Cultivos Intensivos y el INTA.