ste producto alimenticio, elaborado por las abejas a partir del néctar de las flores, está compuesto de enzimas, vitaminas y minerales que protegen a nuestro organismo de las bacterias, y posee un poder antioxidante que ayuda a combatir el envejecimiento de nuestro cuerpo y la piel.
Aseguran desde el organismo que Argentina está entre los tres primeros productores y proveedores a nivel mundial de miel de alta calidad, con múltiples variedades de acuerdo al tipo de cultivo que es polinizado, pero que nuestro mercado interno consume apenas el 10% y exporta todo lo restante.
En el marco de la campaña “Alimentos Saludables” desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), destacan algunos de los principales beneficios de este producto, que suman a los controles que realizamos a lo largo de su cadena de producción y comercialización.
El organismo habilita y fiscaliza los colmenares en donde se produce la miel en materia de sanidad y uso de productos apícolas, realiza la habilitación y control de los establecimientos donde se extrae, acopia, homogeiniza y fracciona el producto. También vela por el cumplimiento de las buenas prácticas de higiene y manipulación que preservan su inocuidad e identidad.
En la comercialización a granel, el Senasa aprueba los tambores contenedores, que deben ser elaborados de acuerdo a la normativa y estándares de calidad acreditados, y controla su comercialización con certificación oficial que garantiza su trazabilidad e inocuidad hasta el consumidor, tanto para consumo nacional como de exportación.
En este último caso, la miel es muestreada para controlar la presencia de sustancias que afectan su inocuidad en niveles no permitidos y certifica el producto conforme los acuerdos con cada país de destino.
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