ay que seguir trabajando en oferta y demanda, pero sobre todo en comercialización y valor agregado, dijo un productor. El búfalo es muy rústico, con gran capacidad para adaptarse a ambientes ganaderos hostiles, ya que se maneja muy bien en terrenos anegados y es mucho menos selectivo en la alimentación que el vacuno, comiendo todos los pastizales.
La Argentina cuenta con una población de búfalos cercana a los 200.000 ejemplares, de los cuales 50.000 se encuentran en la provincia de Corrientes, 45.000 en Formosa y el resto están distribuidos entre Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco y Misiones.
Se trata de un animal muy rústico, con gran capacidad para adaptarse a ambientes ganaderos hostiles, ya que se maneja muy bien en terrenos anegados y es mucho menos selectivo en la alimentación que el vacuno, comiendo todos los pastizales.
Si bien el común de la gente asocia al búfalo con carne dura y salvaje, es todo lo contrario, porque es fibrosa, pero bien cocinada es tierna y tiene menos grasa y muchas vitaminas y proteínas.
Además, se está logrando una producción por búfala de tres litros de leche por día, con la posibilidad de agregarle valor a través de productos elaborados como quesos, y con potencial de exportación.
En tanto, las búfalas pueden ofrecer 16 terneros en su vida útil y no ocho, como las vacas, contando con una gran aptitud materna para cuidar a sus crías.
También es más inteligente que la vaca, ya que aprende los comportamientos como el caballo y es un animal generalmente tranquilo y dócil, siendo más sencillo su manejo incluso que el ganado bovino.
En definitiva, hay tierras disponibles, y muchas que hoy no se aprovechan y podrían utilizarse sin necesidad de intervenirlas para el crecimiento de la cría de búfalos.
Recientemente, el Gobierno nacional decidió reactivar un plan para potenciar la cadena de producción de búfalos: Programa Federal Para el Fomento y Desarrollo de la Producción Bubalina.
El objetivo es hacer crecer productivamente a un sector que tiene mucho potencial para avanzar en nuestro país, sobre todo por la capacidad del búfalo para adaptarse a zonas marginales y consideradas improductivas.
Armando Cadoppi, criador de búfalos en la zona de Islas del Ibicuy, Delta del río Paraná, en el extremo sur de la provincia de Entre Ríos, habló sobre su experiencia en esta actividad.
Con muchos años de experiencia, e incluso en el valor agregado, el productor consideró que, si bien hay que seguir trabajando en la oferta y demanda, sobre todo hay que hacer hincapié en la comercialización y valor agregado.
“Esta nueva Ley promulgada sirve sobre todo para la parte primaria, y hay que ver si se destinan fondos o no, y que vocación de articular una Mesa de diálogo hay”, indicó Cadoppi.
“Pero la comercialización es el verdadero ‘cuello de botella’ para la actividad, por lo que el Gobierno nacional debería llamarnos a los que estamos en el ámbito de la comercialización, para ver qué cambios o mejoras se pueden realizar en la parte de la carne, cuero y otros subproductos”, apuntó.
En ese sentido, el entrevistado, explicó que “sería para trabajar de la mejor manera en la estructura de costos, y así poder mejorar la comercialización de los productos de búfalo”, porque insistió en que si la Ley apunta solo a la producción primaria, “no vamos a estar atacando el verdadero punto que es la comercialización”.
En esa línea, Cadoppi, ejemplificó que “hoy el cuero lamentablemente no vale nada, y representa el 12% del animal en pie” por lo tanto, “ahí se debe realizar un trabajo para que tengamos un mayor recupero de producto y poder eficientizar los costos”.
En definitiva, el productor de búfalos, destacó que “hay que dejar de pensar en un país como productor primario de alimentos y poner más el acento en el valor agregado, a través de la transformación en producto de esa materia prima”.
El ABC Rural