iversos autores han encontrado diferencias entre ambas especies, que le permite al búfalo ponerse en un lugar cimero en cuanto a eficiencia productiva se refiere. Generalmente los búfalos a pesar de ingerir menos alimentos dedican más tiempo a la rumia, lo que unido al mayor tamaño de los compartimientos del tracto gastrointestinal que le permite un mayor almacenamiento, mayor número de microorganismo en el rumen y un mejor desarrollo de las papilas rúminales que favorece una mayor degradación y absorción de los nutrientes de la fermentación ruminal, así como la menor tasa de velocidad de pasaje del alimento por tracto digestivo, hacen que este animal sea más eficiente, ya que aprovechan mejor la proteína y energía proveniente de los forrajes de baja calidad nutricional, aspecto el cual el vacuno no puede realizar, e incluso prospera en lugares donde el vacuno no se desarrolla.
Durante muchos años, se ha venido valorando las potencialidades del búfalo de agua como productor de leche, carne y su empleo como animal de trabajo. Su rusticidad permite que esta especie se adapte con gran facilidad a las condiciones adversas del medio ambiente, muy comunes en el trópico, incluso donde el vacuno no prospera.
Por muchas épocas estos rumiantes han sido alimentados con productos fibrosos y de baja calidad, con niveles muy bajos en proteína y energía A. Inicialmente estos animales han sido explotados bajo sistemas de pastoreo extensivo donde predominan los pastos naturales, razón por la cual estos pudieran haber desarrollado adaptaciones del sistema digestivo que les permite utilizar eficientemente los forrajes fibrosos, obteniendo así la energía necesaria para sobrevivir.
Las investigaciones realizadas para comparar la utilización de los forrajes tropicales, entre vacunos y búfalos, indican que estos últimos presentan un mayor rendimiento bajo condiciones rústicas de pastoreo. Por su parte Ribeiro, indica que en iguales condiciones los búfalos pueden consumir diariamente la misma proporción de su peso vivo de materia orgánica que los vacunos, pero con una mejor eficiencia del alimento.
En estudios realizados por Fundora, al evaluar la conducta de las búfalas lactante en pastoreo, observó que dedicaron relativamente el mismo tiempo al pastoreo en horario diurno y nocturno, pero rumiaron más en horario nocturno con 62.1%, y descansaron más durante el día con 55% del tiempo. Sin embargo al comparar en condiciones de pastoreo en pasto estrella 6 toros e igual cantidad de butoros, encontró que los últimos dedicaron un menor tiempo a la ingestión de pastos que los vacunos, pero su rumia aunque no existió diferencia significativa fue ligeramente mayor que la de los vacunos.
Los resultados obtenidos anteriormente reflejan, que para las condiciones del trópico los búfalos dedican menor tiempo a la ingestión del pasto, particularmente en el horario de mayor temperatura ambiental y este mismo horario lo emplean a la rumia, el descanso y caminar en busca de la selección del pasto de mejor calidad.
En condiciones de estabulación también se ha realizado estudios comparativos entre búfalos y vacunos, alimentados con forraje tropical en diferentes estados vegetativos; Shultz encontró que en estas condiciones de crianza, cuando los animales eran alimentados con forrajes de buena calidad los vacunos dedicaban el 458, 556 y 426 minitos a la ingestión, rumia y el descanso respectivamente, mientras que los búfalos empleaban 413, 588 y 439 minutos a la ingestión, la rumia y el descanso. Por otra parte cuando fueron alimentados con forrajes de baja calidad, los búfalos aunque dedicaban menor tiempo a la ingestión (362minutos) a diferencia de los vacunos (429 minutos), si empleaban un mayor tiempo a la rumia en proporción con el vacuno.
Los búfalos de agua, se encuentran dentro de los rumiantes mayores, las variaciones morfológicas y fisiológicas de su sistema digestivo, que unidas a las diferencias en las poblaciones microbianas, le permite una mejor adaptación a variados sistemas productivos.
Al igual que los vacunos el búfalo, el estómago comprende el retículo, rumen, omaso y abomaso. Ranjhan plantea que el contenido del retículo-rumen varia entre 40 a 100 Kg., dependiendo de del tamaño y peso del animal, la velocidad de pasaje del bolo alimenticio a través del tracto gastrointestinal, la naturaleza del alimento.
En investigaciones desarrolladas por Leao comparando el tracto digestivo del búfalo con el vacuno, revelan que el complejo retículo-rumen de los búfalos es significativamente mayor que el de los vacunos. Esta característica le permite mayor capacidad de alimento en esta cavidad gastrointestinal.
La velocidad de pasaje del alimento por el sistema digestivo del animal determina en cierta medida la eficiencia del mismo, en muchas ocasiones la misma se ve afectada por factores como la calidad y el tipo de dieta, la especie de animal, el tamaño de las partículas, la concentración de fibra neutra detergente y la temperatura ambiental.
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