Maquinaria ganadera para ganar más kilos

P

or su constante actividad durante todo el año, la ganadería se parece cada vez más a una actividad industrial. El rol de la maquinaria en la producción de alimento para el rodeo, cada vez menos estacional y, progresivamente, más estable en cantidad y calidad. La evolución tecnológica ha permitido un crecimiento en la oferta de equipos para la cosecha y confección de reserva de forrajes.

Avances sin retrocesos

Los avances en cada tipo de equipo son numerosos. Se pueden citar las cortadoras de platos ovalados con cuchillas pequeñas y acondicionador para hacer heno, que generan un corte neto de las plantas y un inmediato rebrote. El acondicionador permite igualar la velocidad de secado de los tallos con las hojas evitando la caída de estas últimas. De este modo, cuando el recolector de la rotoenfardadora levanta la andana del suelo para luego hacer el rollo, las hojas se incorporan al rollo. Esto es sumamente importante, ya que son las hojas las que contienen mayor concentración de vitaminas y proteínas del forraje.

Otros que se destacan son los rastrillos giroscópicos. Se trata de dispositivos que manejan “suavemente” el forraje, minimizando la pérdida de hojas sin incorporar tierra al pasto.

Por su parte, las enfardadoras de fardos gigantes ofrecen un mejor aprovechamiento del volumen y la conservación del material por la presión que le imprimen al fardo.

Las rotoenfardadoras también constituyen un avance importante con un cortador de fibra larga detrás del recolector y atado con red. Esta resulta una opción beneficiosa para facilitar el trabajo del mixer en el desmenuzado del rollo. De esta forma, se agiliza el trabajo del mixer, que consumirá menos combustible y mano de obra por rollo.

Respecto a los silos, se destaca la utilización de máquinas de alta precisión y capacidad de trabajo. Por lo general, son equipos de alto valor y de un elevado uso anual, que solo lo puede alcanzar el contratista.

Los dispositivos utilizados para confeccionar un silo están integrados por las picadoras de precisión, las bateas o camiones que reciben el material picado desde la picadora y lo transportan hasta el silo.

En el silo propiamente dicho trabajan los tractores con hoja espejo –montada en la trompa de un tractor– para esparcir, en capas de pocos centímetros de espesor, el material que descargan las bateas. Además, se usan tractores de gomas de gran ancho y diámetro que pisan el forraje distribuido por la hoja espejo, a fin de sacar de él la mayor cantidad de aire. Los tractores que pisan y el que empuja la hoja espejo no pisan la tierra, y el tractor que tira de la batea y la batea misma no pisan el forraje. De esta manera, se evita la entrada de tierra al silaje que reste calidad nutritiva y de conservación.

Por su parte, las cajas compactadoras ofrecen capacidad de transporte para que la picadora no se detenga. Las picadoras autopropulsadas son máquinas de alta tecnología, a punto tal que solo existen en el mundo unas cinco compañías que las producen. Son de alto valor y resulta importante que no se detengan una vez que comenzaron su trabajo. Para ello, es fundamental que el sistema de transporte de las bateas o cajas compactadoras esté sincronizado.

Cuando los rodeos no son muy grandes, y la cantidad de silaje a conservar tampoco lo es, el productor suele recurrir al silobolsa en lugar del silo bunker o torta. En ese caso, la hoja espejo en los tractores compactadores son reemplazados por una embolsadora.