Existen muchas interacciones entre fósforo y azufre, y entre azufre y nitrógeno, por lo que es muy importante pensar en el balance de nutrientes, porque podemos aplicar uno y quedarnos cortos con el otro, dijo Mirta Toribio, miembro de Fertilizar.
En la agricultura argentina solo se aplica un 40% de los nutrientes que necesitan los cultivos extensivos, por lo que desde diferentes ámbitos se recomienda aplicar más fertilizantes.
Pero no solo se debe pensar en el rendimiento, sino también en la sustentabilidad del sistema de producción. Porque lo que se está ahorrando de fertilizantes, se lo está llevando el suelo. Si no se fertiliza, el cultivo igual debe tomar el nutriente y sin reposición a través de fertilizantes hay degradación, disminuyendo cada año los nutrientes disponibles. “Por eso a la hora de plantear la producción de granos, hay que tomar conciencia, planificar una buena estrategia de fertilización, pensar en el largo plazo y realizar rotación de cultivos”, expresó Mirta Toribio, coordinadora de investigación y desarrollo de Profertil y miembro de Fertilizar.
La experta se refirió a las mejores prácticas de manejo para la fertilización de los cultivos extensivos. “El diagnóstico previo es el paso inicial a la siembra, a través de un buen muestreo de suelo, fundamental para poder tener un posterior análisis coherente, para luego interpretarlo y llevarlo a la dosis necesaria, que dependerá de la estrategia que se elija para la fertilización. Todo se basa en el ambiente y el potencial de rendimiento del cultivo”, destacó.
En el caso del cultivo de maíz, Toribio dijo que se debe armar un plan de fertilización conociendo la cantidad de nitratos disponible en el suelo, optando o no por aplicar algún producto arrancador y si existe necesidad de fósforo y azufre.
“Hay muchas interacciones entre fósforo y azufre, y entre azufre y nitrógeno, por lo que es muy importante pensar en el balance de nutrientes, porque podemos aplicar uno y quedarnos cortos con el otro”, advirtió. “Necesitamos contar con 60 kilos de nitrógeno por hectárea en el momento de la siembra, de modo que si tenemos esa cantidad, no hace falta fertilizar”, afirmó.
También la especialista indicó que hay muchas necesidades de zinc, por lo que no hay que dudar aplicarlo. “Puede ser a la siembra junto con la semilla o bien vía foliar, ya que por más pequeña que sea la dosis, es un nutriente limitante para el cultivo”, explicó.
Asimismo, Toribio remarcó que luego del análisis de suelo, hay que hacer un seguimiento del cultivo, y no quedarse en un plan inicial. “Contamos con muchas tecnologías para realizar un buen seguimiento, y sobre todo en maíz porque tiene mucha plasticidad de aplicación de nutrientes, ya que hasta estado V8 – V10 todavía tiene respuestas en rendimiento”, subrayó.
“Si el año viene bien en humedad, como se pronostica y tal como sucedió durante la campaña pasada, es una oportunidad ideal para potenciar el rendimiento del cultivo a través de esas aplicaciones diferidas”, apuntó. Entre las tecnologías de seguimiento del cultivo, la entrevistada recordó que “contamos con sensores remotos y mapeo satelital, entre otras herramientas disponibles”.
ABC Rural