Uso propio y gratuito de la semilla de soja, una gran problemática argentina.
Actualmente el uso propio y gratuito de la semilla de soja en nuestro país es una gran problemática para el Estado y para las empresas semilleras.
Se estima que un 75% de la semilla utilizada en la producción sojera argentina no se encuentra fiscalizada. A ello, se suma un mercado ilegal que representa un 5% de las ventas.
Muchos productores declaran la siembra de variedades que, en realidad, el Instituto Nacional de Semillas (INASE) no encuentra como adquiridas en las empresas semilleras.
“La reforma de la legislación es un paso importante, tratando de limitar el uso propio gratuito y también controlar el comercio ilegal de semillas, con acciones a lo largo de toda la cadena”, informó Lavignolle.
Ese contralor se realiza a través de un sistema de control implementado por el Inase que incorpora información del Sistema de Información Certificación Agrícola y un convenio con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. “Esto nos permite poder realizar el muestreo de cosecha, hacer análisis de identidad y determinar la presencia de eventos transgénicos”, indicó.
Además, apuntó que de esa forma “también podemos conocer toda la información de venta de semillas que obtenemos de los administradores directos del INASE, que es la cadena productora de semillas”.
En esa línea de trabajo, explicó: “Chequeamos la venta de semillas, la siembra declarada por los productores, volumen y superficie por variedad, y verificamos a partir de la información que obtenemos por el convenio con la Bolsa y el Sistema de Información Certificación Agrícola, las entregas que cada productor tiene y de las muestras que obtenemos por el convenio con la Bolsa, realizando un análisis de ADN”. Por lo tanto, destacó que “contamos con dos tipos de controles”.
¿Es muy complicado cambiar la costumbre del productor?
Sí, porque además en el pasado la problemática era menor. Hace 25 años había un 40% de semilla fiscalizada y el 60% restante de uso propio. Es evidente que hubo factores que hicieron que el productor pase de comprar el 40 a 45% de semilla de soja fiscalizada al 20%, independiente del mercado ilegal que representa el 5% de las ventas.
Explicando los beneficios de la compra de semillas fiscalizadas y los problemas que pueden presentarse con la semilla ilegal, algo que en Bolivia tuvo muy buenos resultados.
Hay una pérdida de calidad de la semilla que el productor no la ve, porque como tiene la simiente guardada y no tiene que desembolsar dinero para comprarla, hay un tema de costos que está escondido y que el productor no lo ve, y es la disminución del potencial de rendimiento, por lo que tenemos que trabajar en eso.
El presidente del INASE, Raimundo Lavignolle, se refiere a las acciones del Instituto para modificar el rango de uso de semilla de soja de uso propio y gratuito.
ABC Rural