En los primeros meses del año, se dan las condiciones climáticas son óptimas para el desarrollo del cultivo de ciruela, que crece a cada año y ya superó las 12 mil hectáreas de producción en el país, con Mendoza y Río Negro como protagonistas.
A este factor, se le suma la calidad nutricional del fruto: es rico en agua, vitaminas y de bajo contenido calórico, y bajo las condiciones de esta época del año cumple a su vez con los estándares que exige el mercado.
En este sentido, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recomienda consumir este fruto y realizó una serie de sugerencias, así como también explica acerca de las variedades en las que se puede ingerir.
Durante la cosecha de ciruela, que abarca los meses de febrero y marzo, su producción cinco formas en la etapa de industrialización.
En primer lugar, la fruta fresca (empaque y conservación) que se destina al mercado interno y por otro lado, las conservas, pulpas y jugos, mermeladas, jaleas y fruta desecada (con y sin carozo) que se envían al mercado externo. Por su parte, las conservas, pulpas y frutas desecadas son los productos con gran potencial de inserción en los principales mercados internacionales.
En tanto, se elaboró el Programa Nacional de Control y Erradicación de las Moscas de los Frutos (Procem) del Senasa con el fin de fortalecer la producción por las acciones implementadas en el control de esta plaga, una de las que causa mayor cantidad de daños al cultivo en Argentina.
Ante la creciente producción, el Senasa regula la cadena productiva que permite mantener al país posicionado como principal productor del hemisferio sur y tercero a nivel mundial de ciruela seca. Entre sus tareas de regulación, se encarga de registrar y habilitar plantas industriales y de empaques, así como también de reglamentar las condiciones necesarias para el acondicionamiento y procesamiento de la fruta.
Durante el año 2020, se exportaron más de 15 mil tn de ciruela desecada a Brasil, Chile y Rusia, principalmente, y da un paso a la consolidación de los mercados con la oferta de frutos sanos, de buena calidad y certificados.
Desde el Senasa brindan una serie de recomendaciones para realizar una buena elección del fruto, de forma de incorporarla en la dieta bajo sus distintas formas: fruta fresca o desecada, conserva, pulpas y jugos o mermeladas:
Infocampo