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Emplazada en la provincia de Jujuy, la Hilandería Warmi es un emprendimiento social e intercultural que tiene como objetivo consolidar el impacto social en plena puna, con la compra de fibra natural de llama a más de 600 familias productoras para la elaboración de piezas textiles y artículos de indumentaria.
Países tales como Estados Unidos, Alemania, Suiza, Australia, Uruguay y Chile, entre otros destinos, reciben desde Jujuy los productos textiles que exporta esta hilandería, que amalgama el enfoque de desarrollo de la Asociación Warmi Sayajsunqo (mujeres perseverantes, en quechua), que conduce Rosario Quispe.
Lo primero es la obtención de la fibra de llama, proceso que encabezan pobladores de diversos parajes puneños.
Posteriormente se avanza con la totalidad del hilado en la localidad de Abra Pampa, distante a 212 kilómetros de la capital jujeña. “Deseamos que la hilandería realice todo el proceso productivo en la región de la puna para que alcance a una mayor cantidad de comuneros y comuneras", manifestó Quispe.
La esquila de la llama se lleva a cabo una vez que termina el inverno y se extiende por los siguientes seis meses. A lo largo de este proceso, en dos oportunidades los productores llevan adelante la obtención de la materia prima.
Comprende la confección de piezas textiles de decoración y prendas de vestir, ya sean mantas, mantones individuales, pies de cama, ponchos, chalinas y bufandas en la ciudad jujeña de Palpalá, donde también se comercializan los productos. En ese marco, la Hilandería logró en 2016 su producción récord: más de 13.500 prendas.
Gastón Arostegui, es el gerente general de la Hilandería Warmi y explicó que la idea es avanzar en el desarrollo socio económico de la región de la puna, “aprovechando el recurso de la fibra de llama de manera sustentable y así darle valor en origen al recurso natural”.
En el período comprendido entre 2012 y 2014 se gestó la Primera Hilandería y tejeduría de la Puna SRL, más conocida como Hilandería Warmi, “con intención de crear un cambio positivo en nuestro entorno y en el cuidado del medio ambiente", agregó Arostegui.
La propuesta garantiza la compra de fibra natural a unas 20 comunidades indígenas que abastecen de la materia prima a la hilandería lo que representa un aporte a más de 600 familias de pequeños productores.
Se reinvierte el 100% de lo que genera en la región de la puna a través de los distintos proyectos que encara la Asociación.
Para finalizar, Arostegui expresó que "pagamos por encima de lo que paga el mercado por el kilo fibra de llama y el impacto principal está en la manera que llegamos a traccionar para arriba con un valor que realmente beneficie al productor vendiendo directamente al consumidor sin intermediarios".
Como lo expresa en la página web de esta hilandería, “desde la Puna, para todo el mundo, Hilandería Warmi sigue construyendo valor, fusionando visiones y culturas y plasmando su identidad en productos auténticos, reales, únicos".
El Agrario
