Maquinaria agrícola: lanzan un “stripper” para la cosecha de trigo

La compañía Adecoagro y la agtech G-FAS presentaron en sociedad una nueva innovación para la cosecha de trigo, cebada y centeno, entre otros cultivos.

Se trata de un cabezal stripper que opera con el principio de un rotor desgranador y apunta a optimizar la productividad en las tareas de recolección.

Según sus realizadores, se trata de una plataforma ultraliviana que propone importantes ventajas operativas con relación a los sistemas de corte y trilla tradicionales.

“El stripper no corta la planta, sino que arranca los granos de las espigas. Esto reduce el ingreso de material a la cosechadora”, explican desde G-FAS.

“De esa manera, disminuyen las pérdidas de cola y se logra un gran ahorro de energía. También se reduce el desgaste de los órganos internos de trilla y separación de la cosechadora”, agregan.

La presentación del implemento se realizó a través de la plataforma Expoagro Digital. El lanzamiento virtual fue moderado por Héctor Huergo, periodista e integrante de G-FAS, y contó con la participación de Walter Alejandro Cardozo, gerente de Negocio Arroz de Adecoagro, Juan Zenón González, integrante del Grupo Técnico de Arroz de Adecoagro, y Ana Fernández Mouján, presidente de G-FAS.

El equipo viene desarrollando este proyecto desde hace cuatro años. “Hoy es un día de innovaciones, esto es algo sumamente novedoso”, aseguró Huergo, y agregó: “Se unen nuevos conceptos con viejos conceptos, nuevas realizaciones, y nuevos materiales. El stripper se utilizará para cereales, donde lo que se cosecha está en el top de la planta. Apunta a los cultivos de consumo directo. Las 400 millones de hectáreas de estos cultivos en el mundo hoy se encuentran frente a una herramienta nueva para la cosecha”.

Funcionamiento

A las ventajas operativas que propone el cabezal stripper al momento de la cosecha se suman otros beneficios de cara al siguiente cultivo.

Por ejemplo, tras la recolección del trigo o la cebada mediante este sistema mejoran las condiciones para la soja de segunda. “La paja queda en pie, lo que es un enorme beneficio para la siembra directa. Se evitan las atoradas de las sembradoras, frecuentes cuando la paja en el suelo es abundante”, explican desde G-FAS.

“También se puede adelantar la cosecha y trillar más horas por día, ganando tiempo para la siembra de segunda”, sostienen.

González además de la eficiencia, enumeró como algunos de los beneficios: la reducción de costos de cosecha; el menor consumo de combustible por hectáreas; la menor dependencia de la humedad, y el menor desgaste de la cosechadora. “Hay un cambio en el manejo del rastrojo, que no se corta, que sigue en pie. Y como no se rompe la planta, es posible la reducción del uso de herbicidas”, dijo.

También destacó la estabilidad funcional: “Las piezas de sacrificio pasan a ser los peines del cabezal y no la parte interna de la máquina. En el campo, conseguir repuestos de las cosechadoras no es tan rápido”, indicó.

Agrovoz