Esta temporada productiva de otoño invierno sumó nuevas localidades y muchas más familias al Plan Proda en Casa, que lleva adelante el Programa de Desarrollo Agroalimentario (Proda), del Ministerio de Producción e Industria. La Comisión de Fomento de Aguada San Roque se integró al plan para que las familias de la localidad puedan cultivar sus propios alimentos e incorporar a la dieta alimentos sanos, frescos y de calidad, además de sumar una actividad productiva y distendida que puede compartirse en familia, y es muy valorada en el contexto de aislamiento social y preventivo.
Al respecto Claudio Moyano, presidente de la Comisión de Fomento expresó: “Es algo novedoso para las familias de la localidad, tenemos muy buena expectativa en que puedan comenzar a producir sus propias verduras en las casas. Que puedan ser acompañadas con capacitaciones y conocimiento para poder producir aquí, que es una zona muy desértica, nos parece muy importante”.
A través de la cooperativa local Atriplex Lampa, Aguada San Roque ya tiene producidos más de 800 plantines de hortalizas de estación para ser distribuidos entre las familias que se sumaron a Proda en Casa. Esta cooperativa cuenta además con un vivero destinado a la reproducción de especies nativas y autóctonas.
Cinco becarios y becarias que trabajan en la cooperativa, junto a las dos encargadas del vivero, fueron capacitados en abril por el Programa Proda, y reciben asistencia técnica y asesoramiento continuo para la producción de los plantines de manera agroecológica.
A su vez han recibido los recursos que contempla el plan, entre ellos: semillas, sustrato y bandejas de siembra. Las variedades vegetales producidas son estacionales, entre las que se incluyen acelga, espinaca, lechuga, remolacha, cebolla, perejil, cilantro, repollo, brócoli y rúcula.
La Comisión de Fomento abrió la convocatoria a las familias que quieran recibir los plantines que ya están listos para su trasplante, y a partir del jueves 6 de mayo se hará entrega de los mismos. Las familias que se sumen recibirán además consejos técnicos y materiales didácticos, gráficos y audiovisuales, elaborado por Proda.
“Si bien, la producción de alimentos es una actividad culturalmente ancestral, que las familias reciban capacitación y sepan cómo producir los plantines, mejorar el suelo, proteger las plantas, hacer compost, es fundamental, y es un incentivo para que puedan pensar la actividad como un emprendimiento propio para la autoproducción de alimentos saludables para la familia”, aseguró Claudio Moyano, quien impulsa la iniciativa desde la Comisión de Fomento junto al Programa Proda y la Cooperativa Atriplex Lampa.
El Plan Proda en Casa contempla, a partir de la articulación con los municipios, comisiones de fomento y sus áreas de producción, la entrega de insumos, semillas, bandejas, sustrato, capacitación y asistencia técnica continua, para la puesta en marcha del plan.
En una primera instancia el plan prevé la producción de plantines hortícolas en los invernaderos municipales, a cargo de referentes de producción y operadores locales, para que luego puedan ser entregados a las familias y así comenzar sus huertas domiciliarias con plantines de calidad, producidos bajo condiciones de cuidado agroecológico, garantizando de este modo el buen futuro de la producción.
La producción local de plantines es fundamental en la obtención de hortalizas, ya que logra anticipar los tiempos productivos y ofrecer las condiciones de crecimiento adecuadas para las variedades vegetales, garantizando la buena calidad, y potenciando así el desarrollo agroalimentario en forma sostenida durante todo el año.
Por otra parte, para seguir fortaleciendo las líneas de producción agroalimentarias y la diversificación productiva que se viene llevando a cabo en dicha localidad, se prevé también la instalación de un conjunto de invernaderos en batería construidos en un mismo predio.
La metodología del plan es que cada invernadero esté a cargo de 2 ó 3 familias asociadas, que ya estén participando del plan de Proda en Casa y se entregarán a sus titulares a través de un comodato o convenio “didáctico-productivo” que será renovado anualmente según informe técnico-social.
El objetivo es que las familias puedan ampliar su horizonte productivo, cultivando en un espacio social y protegido, con condiciones agronómicas que les permitan sostener la producción durante todo el año.