El informe mensual de USDA ha arrojado existencias de maíz menores a las esperadas para la temporada 21/22 (34.5 mill tt, la brecha respecto al número que manejaban los privados supera 1.5 mill tt), y esto despierta mayor preocupación considerando que el ciclo actual (que finaliza en los últimos días de agosto) está mostrando inventarios cada vez más escasos.
En este contexto, los inventarios solamente se están recuperando 6 mill tt frente al ciclo 20/21, lo cual genera un leve repunte en la relación stock/consumo que luce insuficiente antes de que se definan los rindes en julio (salto interanual menor a dos puntos, el ratio 21/22 ahora se encuentra en 9.2%).
Con una oferta que se sostiene en 381 mill tt (al igual que en soja junio es un mes en el cual la evolución histórica no arroja variaciones respecto a las previsiones iniciales) el crecimiento interanual de 20 mill tt por el momento constituye una incógnita.
Tengamos en cuenta que este volumen es el segundo más elevado en términos históricos (el récord data del ciclo 16/17 con 385 mill tt), aunque todavía podemos enfrentar bruscas variaciones no sólo por el lado del clima sino también en lo vinculado al reporte final de siembra que se dará a conocer a finales de junio.
A modo de conclusión, el preocupante volumen proyectado como stocks para el primer productor mundial seguramente redoblará las compras especulativas en la plaza de referencia.
Recordemos que de acuerdo al último dato disponible los Fondos ostentan una posición comprada de 290 mil contratos, y si bien la exposición es muy importante se aprecia un recorte de prácticamente 100 mil contratos (cerca de 13 mill tt) respecto a lo que se vislumbraba a finales de marzo (cuando se daba a conocer el reporte de intención de siembra en EEUU).
Frente a este escenario están dadas las condiciones para que el mercado de referencia en la posición diciembre supere los U$S 250 registrados a comienzos de mayo, lo cual puede favorecer parcialmente los valores en la plaza local.
Agrositio