La donación fue llevada a cabo por parte de los señores Pedro José Palou, José Enrique Mejaul, Javier Augusto Mejail, Pablo Palou Giobellina y Carlos Emilio Mejail al Estado provincial de un inmueble de las herederas originarias de dichas tierras, las señoras Ana María Villanueva y Juana María Casas de Villanueva, quienes ya habían manifestado su interés de donar y fue respetado por los actuales propietarios.
De esta manera la Provincia de Catamarca comienza a tener control pleno de las tierras donde está enclavado el Pucará de Aconquija, el Sitio del Bajo y la parte del Camino del Inca, Qhapaq Ñan, también conocido como Camino Principal Andino, que fuera declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, el pasado 21 de junio de 2014.
La ventaja de tener el dominio de estas tierras es, primero y principal, que el tramo de camino elegido por Catamarca está dentro de la propiedad y por ende está protegido, y facilita la gestión de fondos nacionales e internacional para generar una serie de proyectos arqueológicos y turísticos.
El Pucará de Aconquija representa una obra arquitectónica monumental que permite dar cuenta de la envergadura de la infraestructura requerida por los incas a la hora de expandir sus dominios y de la compleja interacción mantenida con las sociedades con las que interactuaron. Perdura hasta con sorprendente grado de integridad y autenticidad, adecuándose así a las exigencias de UNESCO para ser incluido como Patrimonio de la Humanidad.
Su construcción debió requerir del aporte de mano de obra, ideas, tecnologías y materiales locales, y su función defensiva o disuasiva pone de relieve aspectos que hacen al modo en que los incas integraron, dominaron y cohesionaron a las sociedades locales en una zona de frontera.
Video sobre El Pucará y su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad: https://youtu.be/7SExb_BwQQM