Ayer, los precios internacionales de los futuros de soja que se negocian en el Mercado de Chicago, treparon a US$532, evidenciando un alza diaria en relación a la jornada previa del 6%. Por su parte, el maíz alcanzó los US$246, dándole un gran alivio al Gobierno, que a esta altura del año venía necesitado de dólares para empezar a planificar el segundo semestre sin altibajos.
La noticia transcurre luego de que se registraran importantes bajas en los valores de las commodities agropecuarias, escenario que anticipaba un futuro de incertidumbre para la Argentina. A mediados de mayo, la soja había tocado los US$600, para luego caer por debajo de los US$500 hace unos días.
En base a la última proyección de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se esperaba que el país recaudara alrededor de US$8.600 millones en concepto de derechos de exportación, léase retenciones. De dicha cifra, unos US$7.100 millones corresponderían a la soja, otros US$960 millones al maíz y el resto (US$323 millones) al trigo.
Debido a la volatilidad habitual de los mercados, los economistas esperan por la consolidación de una tendencia antes de arriesgarse a lanzar nuevas estimaciones. En este sentido, la jefa del área de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR, Emilce Terré, aseguró que el efecto puntual de esta semana no implica que se vaya a producir un cambio urgente en los cálculos actuales, ya que apenas se trató de una recuperación del precio de los granos y sus derivados.