Por Lucrecia Degiorgis

Cuando hablamos de Economías Regionales nos referimos a las economías agroindustriales de Argentina.  En la región del NEA, el arroz tiene un papel preponderante con una superficie sembrada de 150.000 has distribuidas entre 245 productores ubicados en las provincias de Corrientes (47%), Entre Ríos (29%), Santa Fe (12%), Formosa (9%) y Chaco (3%). 

En una entrevista que mantuvimos con el Sr. Claudio Alejandro Francou, Tesorero de la Cooperativa de Comercialización y Transformación Arroceros Villa Elisa Ltda, Presidente de la Federación de Cooperativas Arroceras Argentinas, y Secretario La Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), recorrimos varios temas con respecto al cultivo. 

-Buenas tardes Claudio, contanos cómo ves la situación del cultivo con respecto a años anteriores

Realmente, parte del año pasado y lo que correspondió a esta cosecha, la situación del arroz ha mejorado sustancialmente. Hubo una corrección de precios a nivel internacional; todas las commodities se han revalorizado y el arroz no ha sido la excepción. Sumado a eso, Argentina y el Cono Sur estaban con muy bajo stock colaborando a que la demanda traccionara los precios. La inflación también ayudó a que el productor mejore su ecuación financiera.

-¿Qué perspectiva tiene la producción en Argentina?

Las perspectivas como alimento humano directo siguen siendo buenas. De todas formas,  dependemos de las políticas económicas de nuestro país. A su vez, es un producto que tiene muchos mercados. Hoy en día, China consume un 10-12% del mercado mundial, siendo éste de 44 millones de toneladas. Hasta hace 10 años, era un país autosuficiente. Eso ha movido la conformación del mercado en todo sentido.

-¿Cómo influyó la pandemia?

La influencia de la pandemia ha sido positiva en cuanto al consumo de arroz en el mercado interno. Al ser un alimento barato en comparación a otros, hubo un mayor requerimiento. Se pasó de un consumo histórico de 8-9 kg  per cápita a 12-13 kg. El hecho que la gente esté en sus casas y cocine más influyó muchísimo. Como la producción de arroz a nivel país no es tan grande, este cambio en el consumo significó una corrección en el precio importantísima.

- ¿Es clave agregarle valor agregado a la producción primaria?

Es una clave importante y hay muchísimo para desarrollar con arroz. Lamentablemente, hay una etapa anterior a la del año pasado que, con los altísimos costos financieros y la pérdida de competitividad, no se había podido invertir en la cadena arrocera. Fueron muy pocas empresas las que sí pudieron hacerlo. Mirando hacia adelante, hay muchas variantes para agregarle valor al cereal como los snacks, galletas, alfajores y harinas. Hay un cambio en el hábito de consumo hacia alimentos más sanos, sin gluten y el arroz tiene un nicho importante en el mercado interno. Si se pudiera desarrollar mejor la exportación encontrando otros nichos, habría un salto en producción que sería muy significativo. 

- ¿Es competitiva la producción en Argentina? ¿Se podría llegar a  sembrar más hectáreas? ¿Qué haría falta para lograrlo?

Hoy sí es competitiva la producción de arroz, pero también depende de algunas variables como el costo de energía, fundamental para la producción. Arrancando el 2021, tuvo un pico de competitividad muy alto que hoy se corrigió con el aumento de los fertilizantes, pero no tan significativo como para que dejara de ser competitivo. También por un tema de seguridad del cultivo, hay pocas variables que pueden influir en el rinde, más allá de alguna cuestión climática como una bajante importante del río o caída de granizo, pero que en ese caso, estaría cubierto por los seguros.

El sector debería seguir en la senda de búsqueda de altos potenciales, los mejores campos y  las correctas rotaciones. No tenemos que perder de vista a la República Oriental del Uruguay que es muy competitiva en arroz. Están haciendo rotaciones con pasturas y  han elevado los rindes a nivel país, de 8,4 a 9 ton/ha. Claramente se puede crecer, pero hace falta más financiación para las economías regionales y políticas de créditos puntuales para solventar esa inversión inicial que lleva el arroz que es bastante más elevada que los otros cultivos.

- ¿Qué pasaría con el Sector, si se eliminaran completamente las retenciones?

El arroz en 2017/18 había llegado al 12% de las retenciones para la exportación pero hoy son del  4,5 %. En estos días, salió un comunicado anunciando un arancel de exportación cero para el arroz, pero eso no sería un beneficio real para el Sector Arrocero ya que sólo impactaría  en el arroz con cáscara para semillas y en el arroz empaquetado con menos de 2 Kg, que no tiene una demanda significativa en el mercado externo.

Si se eliminaran las retenciones completamente sería un aliciente en la cadena. Sería una de las maneras para que el Sector se mantenga incentivado a la hora de sembrar y así poder crecer. En esta campaña llegamos a 1.350.000 toneladas y considero que con una política adecuada, lograr 2.000.000 de toneladas no sería descabellado. En algún momento, cuando las variedades y la tecnología no eran las de ahora, y los rendimientos promedio eran menores, se logró obtener 1.700.000 de toneladas, de manera que hoy pensar en aumentar las cantidades sería posible. Expandiéndonos en territorio y con las tecnologías en variedades que han desarrollado el  INTA, Porarroz y empresas de Corrientes, hay un gran potencial de crecimiento.

- ¿El  cooperativismo es un verdadero viabilizador de crecimiento en el Sector?

Las cooperativas son de suma importancia en un territorio nacional como el nuestro, donde hay altas concentraciones de todas las producciones. Una política de cooperativas más fuerte es primordial por la contención social que genera: todos los cooperativistas trabajan con algún familiar, se transmiten los buenos valores y principios y es un sistema democrático.

También en el ámbito productivo, económico y hasta en el cultural, porque la transmisión de la cultura del trabajo, -tema deficiente en estos tiempos- es fundamental  y el sistema cooperativo tiene toda la red desarrollada para que ello ocurra.

Es importante que el gobierno piense en las Cooperativas como el brazo ejecutor en el  crecimiento de una región.    

- ¿Es la bioeconomía  el camino para el desarrollo  de nuestro país?

Estoy totalmente convencido de que sí. Es un camino muy largo que se empezó a transitar y hay que hacer docencia para seguir pensando en el futuro de los que vendrán. El mundo desarrolló rápidamente nuevas tecnologías que ayudaron a abastecer de alimentos a la población en continuo crecimiento demográfico,  pero hay que pensar en cómo regularlas para  que las producciones sean sustentables indefinidamente en el tiempo y lograr ese equilibrio.