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El ministro de Producción, Matías Kulfas, encabeza las negociaciones que el Gobierno viene llevando adelante con los frigoríficos exportadores, a fin de hallar una solución -al menos parcial- al conflicto que se mantiene vigente a causa del cepo que entró en rigor en mayo. El objetivo del oficialismo es avanzar en los próximos días con el anuncio de nuevas habilitaciones, aunque in descuidar la oferta en el mercado interno.
En sí, el plan contempla que los frigoríficos puedan exportar, dentro del cupo del 50%, vaca manufacturera y cortes de consumo masivo como vacío y tapa de asado. Asimismo, se destrabarían cuestiones burocráticas para volver a abastecer la demanda de carne kosher a Israel.
A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado semanas atrás, el presidente, Alberto Fernández, había dispuesto la prohibición de exportar siete cortes de consumo habitual en la mesa de los argentinos, luego de reabrir parcialmente las exportaciones. Dicha reglamentación vence el 31 de agosto.
Ahora, la meta del Gobierno es contener los precios en el mercado interno, que a lo largo del último año exhibieron un incremento de casi el 73%. Mientras tanto, se seguirá negociando con la Mesa de Carnes, barajando alternativas para que la industria agroexportadora no siga sufriendo en sus índices de generación de empleo.
No obstante, como algunos frigoríficos empezaron a suspender turnos en la faena con la que abastecían la demanda externa, las autoridades analizan la posibilidad de que puedan enviar al extranjero lo que se conoce como “vaca conserva” dentro del cupo del 50%.
La realidad marca que este tipo de carne prácticamente no se consume en el país, ya que resulta muy dura para el paladar común local. En cambio, en Asia es sometida a largos períodos de cocción, adquiriendo un gran sabor para comer con palitos en trozos pequeños.
La intención del Gobierno es seguir flexibilizando las exportaciones, siempre y cuando el precio de la carne en góndola deje de subir injustificadamente. Por otra parte, se estima que en breve arranque formalmente el Plan Ganadero Nacional, que busca duplicar la producción de 3,2 a 5 millones de toneladas.
El propósito es volcar poco más de la mitad al mercado interno y 2 millones para exportación, multiplicando los envíos.
