Luego del retiro de Bayer del negocio de semillas de soja y de su biotecnología ligada (Intacta) en la Argentina, empresarios y actores de la cadena comenzaron a alzar la voz pidiendo abrir el debate sobre una nueva ley de semillas.
La ley de semillas que actualmente rige en el país data de 1973, época en la que la biotecnología agrícola era inexistente y la soja cubría una superficie menor a las 400.000 hectáreas. Con 17 millones de hectáreas actuales, la necesidad de un nuevo marco legal se cae de madura.
En este marco y, de cara a una nueva campaña de soja, Gerardo Bartolomé, presidente global de GDM, grupo que controla el semillero Don Mario, se convirtió en una de las voces que impulsa una mejora del marco legal para las semillas. En este sentido, el ejecutivo hace hincapié en una norma que permita la captura de valor, la llegada de nuevas inversiones para el cultivo y ganancia genética para el cultivo.
En esta línea, un reciente informe de la Fundación Producir Conservando, reveló que la Argentina pierde divisas anuales por US$3.373 millones por no reconocer la propiedad intelectual en semillas de soja. En este punto, cabe recordar que en la Argentina se llega solo al 30-35% de reconocimiento, lo que termina impactando sobre las inversiones de las empresas en el progreso del cultivo.