Los índices pluviales de las últimas semanas permitieron recomponer los niveles de humedad del suelo, revitalizando las reservas del trigo y posibilitando la siembra de maíz. No obstante, recientemente no hubo precipitaciones casi en ningún rincón del país a excepción de Misiones.
El escenario alteró las reservas, aunque aún se mantienen adecuadas. En lo que respecta a la zona núcleo, las mismas, sin embargo, se vieron notablemente reducidas. En este sentido, las lluvias fueron escasas o nulas, al tiempo que las temperaturas fueron relativamente altas, afectando los niveles de humedad.
Asimismo, las zonas con excesos hídricos no recibieron lluvias, en un contexto donde la situación –levemente- mejoró. Dentro del área de la provincia de Buenos Aires de uso ganadero, quedaron algunos sectores bajos con excesos residuales.
Entre las zonas más deficitarias tampoco se registraron grandes lluvias, manteniendo los índices de almacenaje escaso y déficit hídrico.
Por otra parte, desde la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) subrayaron que los niveles de alerta corresponden a la presencia de condiciones favorables para la aparición de La Niña en los próximos seis meses. Esto se debe a que se ve posicionada la transición de ENSO-neutral al fenómeno, con un 70-80% de probabilidad de que se repita el escenario en el verano entrante.
En este marco, se destaca que es probable que esta temporada llegue una Niña débil, con anomalías de temperatura de entre -0,5 y -0,9ºC. Sin embargo, hay chances de que sea más fuerte.